
Primero se me ocurre pensar que han equivocado la sala, que se han topado con Piratas del Caribe cuando iban a ver la Palma de Oro de Cannes.
Luego sigo leyendo y veo que efectivamente se han dado cuenta de que se trataba de una película de aventuras.
¿Cómo es que nos hemos vuelto tan exigentes con el cine de aventuras con lo mucho que escasea y lo poco y mal que se hace?
Piratas del Caribe: En el fin del mundo, sin llegar a la calidad de la primera, es un entretenimiento de primer orden, llena de acción y humor. Parece que a muchos críticos les ha molestado, curiosamente, que sea compleja. Y esto es paradójico. Hay 7 actores principales que son el motor de la acción y la empujan hacia un lado y hacia otro en un juego ininterrumpido de alianzas y traiciones. La mayor parte de las películas ya tienen dificultades con dos protagonistas (el chico y la chica) para hacer avanzar la acción. Aquí hay 7 personajes tremendamente originales (salvo Orlando Bloom, el más flojo), escenas magníficas de acción, secuencias imaginativas (el barco navegando por dunas o en un cielo estrellado...), golpes de humor.
Pues claro que tiene fallos. Pero si se merece solamente dos estrellas, entonces la mayor parte del cine que se hace debería ser quemado públicamente antes de estrenarse.
Creo que si una persona va a ver Piratas del Caribe: En el fin del mundo porque está buscando una película de aventuras y sale defraudado, entonces es que ha olvidado cómo pasárselo bien.