Buenísima.
La mejor Misión Imposible.
Posiblemente.
Al
fin una peli de acción que sabe cómo se hace una peli de acción. Una peli de
acción que sabe que debe haber un guión. No disfrutaba tanto con una peli de
acción desde El ultimátum Bourne.
Y será todo lo loca que quieras (Misión
Imposible debe serlo) pero está bien trabada.
Escena
de apertura. Con esa escena logran humanizar a Ethan Hunt más de lo que nunca
ha estado. Porque muestran que no es una máquina de guerra. Porque muestran
dónde tiene, realmente, su corazón y sus sentimientos.
Y
luego, primer engaño antes de los créditos iniciales y luego escenas
alucinantes en París (salto del avión, pelea en los servicios de hombres, un
par de persecuciones), originales, vibrantes. Para llegar a Cachemira. Ahí, la
verdad, ya perdonarás que sea pesado, le sobran 15 o 20 minutos. El clásico
error de Hollywood.
Pero
dejando eso al margen es una historia sólida que exige un poco de atención.
Porque la acción la mueven las motivaciones personales de los personajes, tanto
los buenos (muy buenos) como los malos (también muy buenos). Luego está la
acción descabellada (esos dos helicópteros) como telón de fondo, pero no como
recurso principal.
Misión Imposible nos ha regalado con
muchas trampas dentro de trampas. Que aún logre sorprendernos, que aún nos
engañe, es maravilloso. Sabes que te está engañando, sospechas la dirección en
la que va, pero logra desenfocarte y mostrarte otra ruta. Aunque algunas
trampas las vi venir, hubo una que no. Se lo agradezco mucho.
Un
entretenimiento estupendo de casi dos horas y media que no pesa (salvo los
minutillos ya citados).
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