Andrew Hyatt ya se había internado
en el terreno evangélico con Llena de
gracia, bastante flojita. Y la productora realizó Resucitado, que ya sabes que no me
gustó mucho. Así que mis expectativas eran bajas.
Ahora
bien, Jim Caviezel suele ir sobre seguro y aquí, además de interpretar a
Lucas es productor ejecutivo. El resultado es bastante mejor de lo que me
esperaba. La producción es buena, cosa que me sorprendió. De hecho es lo mejor.
La dirección de Hyatt sigue siendo bastante sosilla: falta tensión y
drama, sobra sentimentalismo.
También
me parece que hay demasiados diálogos. Quieren contar muchas cosas de forma verbal.
Obviamente el fragmento del amor de la Carta
a los Corintios tenía que salir sí o sí, pero no creo que fuera necesario
un abanico de explicaciones teológicas tan amplio. También me choca que algunos
de los mejores momentos sean los inventados, no los narrados en el Nuevo
Testamento.
El
resultado es ideal para añadir al cine de Semana Santa. No es una gran película
pero cumple su función pese a alguna caída de ritmo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario