-¿Por
qué alguien mataría a un repartidor de pizza?
-¿Alguna
vez probaste su pizza?
Un
repartidor de pizzas es asesinado a balazos. A la detective que investiga,
aquello le huele mal. Parece una ejecución y el tipo debió ser otro.
La
serie no es buena. En realidad tiene bastantes cosas malillas. La principal de
ellas son todos esos personajes estereotipados y tan cercanos. La soldado, el
capitán, la esposa del capitán, el político con un affaire con una yonqui que a
la vez conoce a la pastora anglicana que tiene una relación con la testigo del
asesinato… Podría aceptar las conexiones, aunque costaría. Pero que sean unos
personajes tan clichés… Es un intento de meter con calzador a toda la sociedad
inglesa con el menor número posible de personajes.
Sin
embargo hay una razón para verla: Carey Mulligan. Ella y sus diálogos,
su lengua rápida, sus interrogatorios, las amenazas veladas… ¿No es maravilloso
ver cómo le aprieta las clavijas al agente del MI5?
Son
cuatro capítulos flojillos. Sin embargo estaría dispuesto a una segunda
temporada de Carey Mulligan con unos guionistas que construyan mejores
caracteres.
-La
policía nunca obtiene resultados. Tenemos que venir los del MI5 a arreglarlo.
-Exacto.
Como hicisteis en Irak.
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