-Eso
es lo que somos todos. Herramientas para arreglar un universo roto.
No
tendrá tercera temporada. Normal. Después de este despropósito se lo han ganado
a pulso. Y lo dice alguien que defiende a capa y tijera-espada la primera temporada.
-Y
creo que, a veces, cuando mato gente, a ellos no les gusta.
Maticemos
un poco. Hay una pifia descomunal: ese mundo de Oz. Ese cuentecillo idiota, ese
universo tontorrón, ese toque de marionetilla cursi, esa horterada de colorines
es una pedrada que nada puede salvar. Eso destruyó la serie por entero.
-Hemos
sido atrapados por gente de dibujos animados en una dimensión alternativa.
Pues
eso. Excesivo. Y es una pena, porque la parte del mundo real sigue incorporando
personajes magníficos como Hobbs, Tina y la actriz holística, Mona, capaz de
interpretar cualquier papel (muy literalmente).
-Soy
el sheriff Sherlock Hobbs y ella es mi ayudante Tina Teventino.
-Cinco
días sobria. Más o menos.
Así
que, por mucho que disfrutara (y lo hice) con buena parte de la historia, hay
otra parte que hace que Douglas Adams se esté revolviendo en su tumba (y mi culo en el asiento).
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