Una película
extraordinariamente inquietante.
Es una buena película
de terror psicológico que habría ganado un poco más, creo yo, si en el tramo
final hubiese conservado los pies en el suelo. Pero sigue siendo un logro
manejar esas dos horas de tensión en aumento.
Además agradezco mucho que su resolución sea rápida, sin alargar la trama innecesariamente con pasillos oscuros, con peleas larguísimas, con trucos baratos.
Chris, chico negro, se
enamora de Rose, chica blanca. Ella le lleva a conocer a sus padres y amigos.
Chris percibe al principio algunas cosas raras y, progresivamente, otras más
preocupantes.
Es fácil entender su
éxito en Estados Unidos, la polémica que ha creado. Han tenido un presidente
negro pero la película viene a cuestionar los presupuestos de la igualdad, el
racismo latente, lo mucho que falta para una verdadera integración.
Que los padres de la
novia sean unos perturbadores Catherine Keener y Bradley Whitford
aporta un plus.
Intensa. Adivina quién viene esta noche en
versión chunga.
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