Sin frenos narraba las aventuras de un mensajero en
una bicicleta sin frenos. Yamakasi
tenía mucho de documental sobre la gente que practica parkour. La trama va más en la línea de Distrito 13.
Tracers es una mezcla de todo esto con un
inconveniente: su estilo documental. La peli, por su propia concepción de thriller criminal, no puede tener un
estilo documental. Es como una patada en un mal sitio. El tono de Sin frenos le habría ido como anillo
al dedo.
Me gustó el Benmayor de Bruc: el desafío pero no el de Paintball. Aquí, si hubiese tenido
un material de apoyo más rico, creo que podría haberle sacado partido. El
problema es que el argumento es paupérrimo y ese giro sorpresa acerca de la
identidad de uno de los protagonistas, es tan inverosímil, tan fraudulento, que
no hay más interés que los saltos, piruetas y volteretas de los chicos.
Está ahí Taylor Lautner, con su cara
de mesa conglomerada de IKEA, de vitrocerámica levemente peluda. Tal vez
arrastre a cierto público femenino, pero no creo. Expresar algo, aunque solo hubiese sido de vez en cuando, habría estado
bien.
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