17/8/15

El bailarín del desierto

Hay decenas de películas en las que el baile expresa la rebelión social o la autoafirmación personal. El baile como arma, como símbolo de lucha y subversión.
Esta es la historia de un bailarín en Irán de modo que, a priori, la idea podría ser muy buena. Un tipo que se rebela, en el Teherán de 2009, contra una sociedad que se enorgullece de su estrechez de pensamiento.
Pero es todo. Las virtudes de esta película se limitan a sus buenas intenciones. Todo lo demás es un cliché, redundancia y didactismo forzado. Jopé: hasta la peli que le motiva a ser un bailarín es Dirty Dancing. El final es un exceso sentimental.
No estoy capacitado para juzgar sobre danza moderna, así que no podría decir si los bailes que vemos son buenos o no. Pero no son los suficientes (para tratarse del tema central) y pesan más las manifestaciones y jaleos políticos.
También es publicidad de youtube.
Flojita tanto conceptualmente como en ejecución.

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