30/6/14

Tokarev

Alguien malote ha matado a la hija de Nicolas Cage que, aunque hoy día es un hombre honrado, tuvo en el pasado relaciones con la mafia. Todo el mundo dice a Cage que lo deje estar. Pero ya sabes cómo son los guionistas: quieren que la peli dure unos 90 minutos y les apetece que haya más vueltas en la historia.
Así que Nicolas Cage hace lo que le gusta hacer en todas sus películas: vengarse y gritar. Gritar mucho y fuerte para que quede claro que está muy enfadado.
El final es malísimo, de lo más absurdo que he visto. No sólo toma por imbéciles a la mafia y a los polis que investigan la escena del crimen, sino que consideran que el espectador también lo es.
Me gustaron algunas cosas de la planificación. Quizá Paco Cabezas, con un libreto con sentido, pueda dirigir algo decente. Pero tuvo que arar con esos bueyes y así quedó la cosa.

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