Más cerca de In the Loop, de The Thick of It y de Veep
que de El Ala Oeste de la Casa Blanca.
Pero como es francesa y allí tienen mucho cuidadín con ofender a los políticos,
resulta más irónica que sarcástica, más satírica que cruel.
-Todos los Jefes de Estado estarán en Nueva
York. Y son todos gilipollas. No se paran a pensar.
Tiene algunos momentos brillantes, muy
graciosos. Pero el tono general, con tanta verborrea, resulta cansino, un
discurso farragoso, sin un centro claro ni un objetivo en el que culmine la
deriva de las tramas.
Una obra bastante menor de Tavernier.
Se ve que él se lo ha pasado bien, pero el espectador, probablemente, un poco
menos.
Me encantó la escena de los rotuladores
durante la crisis de Luzmedistán.
-Martine. ¿Quiere matarme? ¿Puede
explicármelo? ¿Por qué me compra rotuladores que no pintan bien? ¡Se
despelucha, se despelucha!
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