31/7/13

Lobezno inmortal

-No querrás ver esta parte.
No lo digo yo. Lo dice Hugh Jackman en una de las escenas de la película.
Imagínate. Es algo así como si vas a ver una película de El hobbit y de pronto aparecen Los pitufos. O como si vas a ver una de Bourne y te sale El superagente 86.
Aquí vas a ver a un tío inmortal, con su irrompible esqueleto adamantino y su fabulosa capacidad regenerativa y, cuando te quieres dar cuenta, le han quitado parte de los poderes. Para equilibrar la balanza. Y te dedicas a ver una de yakuzas y samuráis que te hace preguntarte: ¿por qué la han titulado Lobezno?
Tienes que esperar hasta los títulos de crédito para que aparezca algo que realmente (realmente, en esencia, no en apariencia) tenga algo que ver con la mitología de los X-Men.
Entonces, dirás, ¿qué tal funciona como una de artes marciales? Bastante bien, aunque el guión es de un caprichoso llamativo. El padre traiciona, el abuelo traiciona, el novio ahora no, ahora sí, ahora no...
Sigo sin entender porque el tal Hugh Jackman se las lleva a todas de calle. Salvo a Víbora, claro. Casi me cayó bien por eso. Bueno, igual con otros dos maromos así, se acaba la moda metrosexual y los hombres dejan de depilarse. Espaldas como alfombras.

No hay comentarios: