7/7/13

La mejor oferta

Tornatore tiene esa obra maestra que es Cinema Paradiso. Y, a lo largo de su extensa filmografía, tiene pequeñas grandes joyas como La leyenda del pianista en el océano o Pura formalidad.
Y también tiene mucho cine flojito o directamente malo. Pero es un tipo al que hay que ver porque ¿y si se te pasa una pequeña joya? Igual no la recuperas hasta años después.
Pura formalidad tenía una apariencia policiaca hasta que descubrías que era un drama existencial. O teología pura, tal vez. La mejor oferta tiene la apariencia de un drama hasta que descubres que es... otra cosa. Unos lo descubrirán antes que otros, dependiendo del cine que hayan visto, de lo bregados que estén ante una pantalla. Y, ese giro, en mi opinión, hace mucho daño a la peli. Aunque me lo temía y lo veía venir.
Porque me gustaba la pura metáfora acerca del arte, la vida solipsista del esteta, el amor depositado en lo material, la fugacidad del placer en los deseos obtenidos, la frustración posterior, la triste vida de quien se encierra en sí mismo bajo buenas excusas. Arte, amor, relaciones... Estaba muy bien.
Pero Tornatore cree que una peli no es una peli si no dura dos o tres horas. Y se alarga innecesariamente.
Eso sí: me encantaría tomar un café en el Night & Day de Praga.

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