Aprietas un botón y alguien desconocido muere. A cambio ganas un millón de dólares.
¿Adán, Eva y la manzana?
¿Una invasión alienígena?
¿Una metáfora sobre la condición humana?
Cualquiera de estas cosas por separado habría estado bien, quizá. Pero todas juntas... Mezclar teología ficción (Señales del futuro), ciencia-ficción (La invasión de los ultracuerpos) y fábula metafísica (Stalker) es una locura. Sobre todo porque cuando llega el momento de recoger tantas líneas abiertas en un final coherente, resulta tarea imposible.
Peli rarita, rarita, rarita.
Una pregunta inquietante: ¿por qué son siempre mujeres las que aprietan el botón?
2 comentarios:
Yo creo que son ellas, porque ellas son las que hacen el trato con el cara-gruyére personalmente.
Hacía tiempo que no veía una película tan tan mala, y tan aburrida.
No sé si es tan mala.
Lo cierto es que los giros de guión son tan extravagantes que hay que suspender demasiadas veces la credibilidad (y la racionalidad).
La vi el sábado. El lunes me preguntaron qué película había ido a ver el sábado y tardé toda una comida en acordarme.
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