16/7/09

Harry Potter y el misterio del príncipe

Tal como yo lo veo, el sexto libro de Harry Potter era una adaptación para adolescentes de una tragedia shakesperiana, con sus luchas de poder, ambición, celos, traición y, por supuesto, muerte.
La adaptación al cine, curiosamente, es la película más divertida de todas las realizadas hasta ahora.
Me he entretenido mucho, me he reído un montón y todas esas tonterías de amoríos adolescentes me parecen resueltas, la mayor parte de las veces, con mucho ingenio.
Pero supongo que todos esperábamos otra cosa. El director o los productores debieron pensar:
-Hmmm... Tenemos aquí el marrón de la muerte de Dumbledore. A ver cómo conseguimos que una historia triste se vuelva comercial.
Es decir, que han visto en la esencia de la historia un problema a suprimir.
Y un final que debía dejarnos electrizados, sacudidos, noqueados, no logra otra cosa que un grado de nostálgica indiferencia.
Mis favoritas, una vez más, aunque sólo aparezcan unos minutos, son Luna Lovegood y Beatrix Lestrange. Me encanta esa Helena Bonham Carter en vena destructiva.

7 comentarios:

io dijo...

Es curioso lo que ocurre con estas últimas películas de Harry Potter. Bueno, lo que me pasa a mí. Salí del cine pensando que me habían gustado, con una buena sensación. Vale, es un resumen del libro, pero no está mal adaptado. Según pasaban las horas, crecía un amargor en la parte del cerebro que se encargue de estas cosas. Mucha adolescencia, poca esencia. ¡Dejan tantas cosas fuera! El título de la película: alguien que no se haya leído el libro pensará "¿a qué viene ese título?" (claro, que no sé si habrá alguien que vea la peli sin leerse el libro...). Pero supongo que no puede ser de otra forma. Me pasó un poco igual con la primera y la tercera del Señor de los Anillos. Con la segunda no. La segunda no me dio buena impresión más que en los cinco primeros minutos de butaca.

Una parte destacable y, para mí sorprendente, Harry bajo los efectos del Felix Felicis. Menudo pedo. Todavía me estoy riendo. Y un punto a favor de Daniel, ese cambio de registro.

muma dijo...

Cuando salieron los anuncios pensé "¿Harry Potter? Pero si no es Navidad. A lo mejor se hace mayor tan rápido que no pueden esperar a sacar la siguiente".

Esta debe de ser la única saga del Universo que no me engancha, me aburre y me da igual. Creo que la última que vi fue la del Cáliz de Fuego, y todo el trauma del niño muerto (que luego se hace vampiro en Crepúsculo!) hizo que dejara de tener esperanzas para siempre de reconciliarme con Harry Potter.

Sin embargo, leídas vuestras críticas... igual me animo.

Individuo Kane dijo...

El otro día leí en una crítica de periódico, no recuerdo cuál, que "Harry Potter" había pasado a convertirse en un documental: ver cómo cambian un grupo de personas de un año para otro.
No me pareció una tontería. Supongo que algo de eso hay. Aunque, en mi opinión, y vista la última película, creo que las películas habrían exigido más cambios que el de director: estéticos, conceptuales y, desde luego, también de protagonistas. Pienso que es un error dejar a Radcliffe, Grint y Watson hacer siempre de Potter, Wesley y Granger.
io: totalmente de acuerdo con lo del título del libro y la poca relevancia que tiene en la películas.
muma: la peli es divertida, pero no sé si eso será suficiente para congraciarte con Potter.

e dijo...

con esta ya se acaban, no?

Individuo Kane dijo...

No, no. No es la última.
Queda la adptación del 7º libro que, por ser el último, van a dividirlo en dos películas más. Ya las están rodando o acabándolas.

severussnape dijo...

puff como fan que soy d la saga de libros la pelicula me ha parecido una castaña se han obviado partes del libro que habrian dado un juego tremendo en pelicula una autentica lastima espero que con la septima david yates ande algo mas acertado

Individuo Kane dijo...

Oh, claro, severussnape.
"El misterio del príncipe" es el libro de Severus Snape. Y lo reducen a una frasecita, al final.
Se habría podido hacer una escena trágica, emocionalmente brutal con la muerte de Dumbledore. Nos podrían haber sacudido las entrañas con la ambigüedad de Snape. Lástima, realmente.