-Las
islas no van a ningún lado. Tienes que ir a ellas.
Una
historieta infantil en plan Los Cinco.
Aunque aquí son cuatro. O seis. Porque cuando los 4 hermanos llegan a la isla
del lago descubrirán que tienen compañía.
No
encontrarán piratas pero, como estamos en el año 1935 y en Europa se cuece una
guerra, hallarán espías. Los 4 más las 2 acabarán mezclados en una sencillita
historia de espionaje y contraespionaje que, si te paras un poco a pensarlo, es
más real que el desparrame de The
Americans. Otra cosa es que al asunto le quiten casi todo atisbo de
violencia.
El
ritmo es bastante bueno, cosa poco frecuente en este tipo de películas. Todo
avanza a buen paso: la llegada al lago en vacaciones, el proceso de convencer a
la madre para que les deje acampar en la isla, la presentación de los
personajes espías, las aventurillas sencillas pero que a los niños les parecen
una enormidad: perder la comida, hacer fuego. Creo que esas 2 a las que he
mencionado, tardan en aparecer demasiado. Habría dado más juego tenerlas por
ahí antes.
Está
Rafe Spall, así que ya te puedes imaginarte quién es el malote espía
ruso.
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