Unos parásitos se están apoderando del
cerebro de los humanos. Pero en el caso de Shinichi, el parásito sólo logra
acoplarse a su mano. Así que ahora Shinichi tiene una mano polimorfa con ojo,
boca y opiniones propias.
Sí. Otra fantasía extravagante japonesa.
Pero a diferencia de Attack on Titan,
tiene la decencia de tomárselo a broma. Las escenas gore están bastante
controladas y tiene toques abundantes de comedia, una cuidada planificación y
bastante originalidad.
No deja de resultar desconcertante la mezcla
de géneros y esa sobreactuación a la que son tan dados los japoneses cuando
buscan la comedia. Le pesa un final demasiado abierto que cierra pocas cosas.
Es evidente que necesitaba una segunda parte. Y la tiene. Mañana hablaré de
ella.
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