14/5/13

Stoker

Estéticamente está cuidadísima.
Oportuna banda sonora, tratamiento alucinante del sonido (el huevo cocido, el sacapuntas) y una planificación exquisita (la cabellera de Nicole Kidman en transición hacia la yerba de la pradera, el juego de la cámara sobre las cajas de zapatos).
Hay muchas cosas como las citadas para tratar de ofrecernos un homenaje, más o menos explícito, a Hitchcock. En mi opinión se excede a la hora de insistir en lo bien que lo hace, esforzándose en demostrarnos lo hábil que es. Pero eso es algo que extraña menos viniendo de un director coreano.
Colores, ritmo (el metrónomo, que casi nos indica la cadencia con que tenemos que visionar la película), atmósfera opresiva pese a tanta luz, Mia Wasikowska... Muy conseguido.
Y, sin embargo, le falta algo. O le sobra. Le sobran explicaciones finales, el desvelamiento tan completo del misterio. La sugerencia, lo que intuíamos, creo que habría sido mejor.
Una historia de psicópata que viene firmada por Wentworth Miller (el hermano espabiladillo de Prison Break) pero que se habría quedado en poca cosa de no ser por la dirección de Park Chan-wook.

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