Si están bien dirigidas, tienen una fuerza nostálgica apabullante.
Y esta semana estrenan tres de golpe: Kauwboy, Ali y La última isla.
Me he decantado por ésta, para empezar, porque fue la que Holanda presentó para los Oscar y eso ofrece cierta garantía.
La madre de Jojo, cantante country, se ha ido de gira por Estados Unidos. La relación entre él y su padre, solos en la casa, es tensa. Jojo encuentra un grajo. Y ya está. Poco más. Hay un secreto y una serie de vivencias.
Pero me parece muy inteligente el modo en que se muestra la impotencia de Jojo ante el mundo adulto y la frustración del padre. Y en el arco de sentimientos dispara algunas secuencias dramáticas bastante logradas, especialmente la del cumpleaños de la madre.
La grajilla está bien entrenada y el niño también.
2 comentarios:
Te has currado muy bien la entrada para evitar hacer un pareado con el grajo.
Al margen de este comentario de tono estival (al contrario que el grajo) a mí también me van ese tipo de películas, en concreto las de infancias más que las de adolescencias, y no digamos si trancurren en verano. Se ve que en la niñez nos dieron de merendar lo mismo.
(Borré el comentario anterior porque faltaba una coma. Así las gastamos a veces).
Sí: grajo puede rimar con muchas cosas conocidas. Por ejemplo, en asonante, con gato.
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