20/5/13

Kauwboy

Reconozco que es necesario cierto estado anímico, pero me encuentro cómodo con esta clase de cine, historias minimalistas de la infancia o la adolescencia en las que una tragedia, un toque de realismo mágico o un acontecimiento de lo inesperado fuerzan la transición a la madurez.
Si están bien dirigidas, tienen una fuerza nostálgica apabullante.
Y esta semana estrenan tres de golpe: Kauwboy, Ali y La última isla.
Me he decantado por ésta, para empezar, porque fue la que Holanda presentó para los Oscar y eso ofrece cierta garantía.
La madre de Jojo, cantante country, se ha ido de gira por Estados Unidos. La relación entre él y su padre, solos en la casa, es tensa. Jojo encuentra un grajo. Y ya está. Poco más. Hay un secreto y una serie de vivencias.
Pero me parece muy inteligente el modo en que se muestra la impotencia de Jojo ante el mundo adulto y la frustración del padre. Y en el arco de sentimientos dispara algunas secuencias dramáticas bastante logradas, especialmente la del cumpleaños de la madre.
La grajilla está bien entrenada y el niño también.

2 comentarios:

edp dijo...

Te has currado muy bien la entrada para evitar hacer un pareado con el grajo.
Al margen de este comentario de tono estival (al contrario que el grajo) a mí también me van ese tipo de películas, en concreto las de infancias más que las de adolescencias, y no digamos si trancurren en verano. Se ve que en la niñez nos dieron de merendar lo mismo.
(Borré el comentario anterior porque faltaba una coma. Así las gastamos a veces).

Individuo Kane dijo...

Sí: grajo puede rimar con muchas cosas conocidas. Por ejemplo, en asonante, con gato.