4/5/09

17 otra vez

Supongo que 17 otra vez es lo más que puede dar de sí una película que aspira a mezclar el género del desmadre en instituto con los buenos sentimientos de ¡Qué bello es vivir! Al final, obviamente, no se desmadra en ningún momento y tampoco genera esa sensación de que hay paz en el mundo definitivamente y para siempre.
Matthew Perry lleva 20 años asqueado de su vida: desde que abandonó un futuro prometedor en el baloncesto para casarse con su novia, a la que dejó embarazada. Ahora, un vejete en un puente, le hace tener 17 años otra vez y Matthew Perry toma la forma del terror de las trece/quince-añeras: Zac Efron.
Tiene escenas muy malas (la pelea inicial entre Efron y su mejor amigo), pero admito que me reí en muchas y hasta me carcajeé en algunas.
Sin embargo, esta película contiene una de las mejores escenas de la Historia del Cine, una escena magistral, una escena que pasará a los anales cinematográficos.
La cosa es así. Zac Efron necesita a alguien que haga como si fuese su padre para matricularle en el instituto. Escoge, lógicamente, a su mejor amigo, es decir, el mejor amigo adulto de Matthew Perry. El amigo es rico porque inventó el software para que no se pudiesen hacer descargas ilegales de música y, después, el software para descargar música ilegal. Además de ser rico, es un hacker, un nerd, un friqui, un trekkie... y está colado por la directora del instituto.
La directora no puede ni verle, pero acepta una cena con la condición de que le deje en paz. Van a un restaurante, encuentran algunas cosas en común y (aquí está la mejor escena de la Historia del Cine) ambos acaban hablando durante la cena en... ¡élfico!
Porque no tiene nada de friqui hablar élfico, ¿no?

2 comentarios:

e dijo...

Ejem. Yo sólo aprendí lo de ellen sila lumen omentielmo.

Individuo Kane dijo...

Bueno, la verdad es que no hablan exactamente en élfico. Ellos van pronunciando palabras extrañas y aparecen unos subtítulos diciendo:
-Está muy bueno el brocoli. ¿Dónde aprendiste a hablar élfico?
Pero eso no le quita la gracia.