1/5/25

Thunderbolts*

Valentina envía a sus chicos malos a un lugar para que destruyan pruebas que la podrían incriminar. Y, de paso, si sus chicos malos mueren, mejor.
Cuando decían que Thunderbolts* podía ser la película que salvara el Universo Marvel yo lo creía. Quiero decir que le veía posibilidades. Si había una película que podía hacerlo era ésta. ¿La fórmula? Aprovechar a los héroes segundones para hacer algo más alternativo, más de autor, más indie.
Pues no va a ser la película que salve a Marvel. Tiene sus cosillas que se escapan (un poquito) de los esquemas habituales pero acaba por ser más de lo mismo.
Me gustó la fuga inicial. Que se lleva un montón de metraje. Pero aprovecha esa evasión para presentar y caracterizar a los personajes. Entre guantazo y guantazo vamos descubriendo quién es cada uno de ellos.
Luego es pura mecánica, incongruencias de bulto, guion caprichoso y sigue estando tan mal fotografiado como de costumbre, particularmente en algunas secuencias de acción.
Es perder una oportunidad de oro. Porque el tema es la depresión, la nada. Ese el enemigo a batir: El Vacío. Jugar entre la interioridad y la encarnación de la idea de la vaciedad. Pudo ser genial. Hay algún atisbo por aquí y por allá (incluso con Valentina) pero se queda en la epidermis.
Peor: se queda en otro multiverso.
Y ya está bien.
La resolución me dejó perplejo. El argumento entero se desarrolla en la media hora final. Aparece ahí el súpervillano y llega un momento en que dicen: hala, cortamos aquí. De verdad: sobran los primeros 90 minutos.
Hay dos escenas postcréditos, anunciando nuevas pelis, pero creo que les haré el vacío.

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