21/8/25

Incidente en Ox-Bow

Gil y Art regresan al pueblo. Gil espera que su novia Rose le esté esperando pero no es así. La muerte de un ganadero hace que se forme un grupo de linchamiento.
Es un western muy extraño porque no es un western. Es una película de juicios muy extraña porque no hay juicios. Y es un romance muy extraño porque no hay romance.
Cuando veo esta película siento que me muevo en el terreno de la abstracción. El universo del western me ubica en un espacio y un tiempo, pero todo lo demás se mueve en el terreno de las ideas, en el indefinido terreno de la conciencia.
Primero presenciamos a ese numeroso grupo de gente decidida a linchar a alguien. El debate no es un juicio: el debate es si debe haber juicio o no. Y cuando deciden que es más práctico el linchamiento cada persona tiene sus propias sinrazones. La pura inconsciencia, la pura diversión, el deseo de venganza, el puro odio, el odio que desea transmitirse a otro, la mujer que está allí para actuar como los hombres, los que hacen lo que dice la mayoría… Y también está un grupo minoritario que se opone a ese linchamiento.
Los últimos momentos serán para las consecuencias. Para la carga de culpabilidad eterna.
William Wellman dejó en 75 minutos una película de una originalidad y de una potencia sorprendente. Hay muchísimos buenos diálogos y muchos buenos planos. Para mí hay dos inolvidables. El primero es la aparición, breve y súbita de Rose. El modo en que reacciona el grupo de linchamiento ante su presencia. Rose es como una diosa del caos: seduce y no le importa la destrucción que deja tras de sí. El segundo plano es ese momento en que Henry Fonda lee la carta pero no vemos sus ojos porque el ala del sombrero de Harry Morgan nos los oculta.
Vuelvo a esa diligencia que lleva a Rose. Es una subtrama que una mirada ligera puede considerar superflua. Pero ahí caben tantas interpretaciones… Acentúa ese nivel de abstracción, de extrañeza, Rose y Gil no se dicen ni una palabra pero la sensación es que han tenido una larga conversación, ella llega sin razón, deja a sus espaldas sentimientos revueltos, un herido de bala incidental y desaparece.
Película tan breve como profunda. Hay muchísimo que rascar ahí.
Clint Eastwood dice que es su película favorita. Y tiene mucho sentido cuando ves su filmografía.

20/8/25

Rifle Club

-Eres la peor esposa del mundo. Pero la mejor tiradora del Club.
Con ojos occidentales puede parecer inverosímil cómo coinciden el actor, su séquito, su primo y la novia en la casa de unos cazadores. En India no es extraño que a una boda, por ejemplo, lleguen los amigos y los amigos de los amigos de los amigos.
Así que cuando los hombres salen de caza y las mujeres están en casa, llegan unos traficantes de armas. No te diré la razón porque sería destripar un poco el inicio. La cuestión es que, cuando al fin todo confluye, estamos en la hora de metraje. Con un par de extensos números musicales incluidos, a mí se me hizo pesado. Toda esa presentación de los miembros del club de caza no me parecía necesaria.
Entiéndeme: hay que ver cómo trasladan los jabalíes muertos porque tendrá su trascendencia y otros aspectos singulares. Pero no tiene mucho sentido que se extiendan en caracterizar a veintitantas personas: no pueden, es irrelevante, nos da igual.
En fin: esto es un duelo entre traficantes de armas y los miembros de un club de caza. El primer asalto es a los 60 minutos y luego la cosa ya se anima. Como en tantas otras ocasiones el exotismo, el que sea diferente a Hollywood, ya es una buena razón para verlo.
Podría decir que el montaje es malo y que he visto cosas indias mucho mejor planificadas. Pero es que es una película un poco tonta de modo intencionado, deliberadamente básica. Pretende sacar adelante una idea (no trates a la gente de campo como idiotas) y un puñado de secuencias de acción. No busca más.
Creo que sí debió aspirar a más (alguna escena en los bosques, trampas…) pero también hemos visto cosas peores de Jason Statham y nadie se ha quejado.
Me encantó el “enfrentamiento mexicano”.

19/8/25

Blood Brothers: Bara Naga

Son una agencia de guardaespaldas y seguridad. Prestan servicio a cualquiera que l
os contrate: políticos, empresarios o mafiosos. Ellos mismos funcionan internamente como una mafia, con estrictas reglas de lealtad.
Alguien empieza a tenderles trampas, a hacer que se cuestionen su amistad, a matarlos o a hacer que se maten entre sí.
Quien nos relata la historia desde su punto de vista (aunque no siempre está en los hechos narrados) es Ariff. Sobre él recaen las sospechas de lo que está sucediendo. Se convierte en fugitivo y en investigador, huyendo de su “familia” mientras busca respuestas.
La trama oscila entre los miembros de la agencia, los narcotraficantes, la policía tratando de erradicar a la mafia y un investigador privado de poca monta (hermano de Ariff), el graciosete que aporta los elementos humorísticos sin que nadie lo pidiera porque estorba bastante en una historia que, en su mayor parte, es seria, cruda. El cine malasio tiene esas cosas: hacemos una masacre, torturamos a unos cuantos y en la siguiente escena contamos unos chistes malos.
La historia general me pareció buena. Tiene todos los elementos necesarios para urdir un argumento “padrinesco”. El problema está en unos diálogos malísimos, puro cliché, sacados de otras películas. Y también es esas coreografías de peleas que, aunque estén bien rodadas, se hacen interminables.
La película se lleva bien, sobre todo por ese fondo de gánsteres quebrados entre sus propias contradicciones. Pero parece desaprovechada en su innecesaria desesperación por añadir acción.

18/8/25

Smoke. Temporada 1

Si echas un vistazo a
la cinematografía de Dennis Lehane queda claro que tiene traumas bien gordos. Y una fértil imaginación en una lograda escritura.
Un bombero que investiga incendios lleva mucho tiempo tratando de dar caza a un par de pirómanos. Como no avanza le envían a una detective de policía para que le eche una mano.
La serie es mucho más de lo que parece. El bombero y la policía tuvieron, por motivos diversos, un trauma con el fuego. Pero hay bastante más en los abrumadores pasados de ambos.
No sé si es un acierto revelarnos tan pronto quiénes son los pirómanos. Lo que está claro es que arriesgan y quieren centrarse en el drama, no en el efectismo de la sorpresa final. Eso les honra. Otra cosa es que Lehane siempre tiene sorpresas retorcidas detrás y, en cada capítulo, vamos descubriendo una mayor complejidad, un grado más de angustia vital, de terrores personales. La psicología de los personajes se vuelve cada vez más sórdida y perturbadora. Aquí nadie es bueno.
Un gran ejercicio de tensión calmada hacia una progresiva oscuridad. Cuenta cosas terribles y hay algunas escenas muy específicas de lo que le ocurre a la carne quemada.
Esta gente da miedo. Gente a punto de estallar. Gente con la violencia a flor de piel, la furia a un pelo de desatarse.
Muy buenas interpretaciones. Taron Egerton está enorme en su variedad de registros, un tipo obsesionado con ser un héroe en su trabajo. Jurnee Smollett le da la réplica en esa relación compleja de colegas de trabajo. Y el resto del reparto, secundarios, tienen todos su peso emocional, su carácter enérgico.
No me gustó el accidente de coche porque no veo su relevancia. No me gustó el puñetazo en la garganta. En cualquier serie con giros y vueltas estaría bien. Aquí, tan realista siempre, me pareció forzado para desatar un capítulo final de traca.
En fin, quedan tramas abiertas y tiene sus triquiñuelas efectistas que no me parecen necesarias, pero a pesar de ellas engancha y tiene fuerza.
Me habría gustado saber qué pasa con la madre de Calderone.

17/8/25

Materialistas

-Me gustaría que tuviera una increíble, absurda y extrema riqueza.
El género romántico está bien lejos de mis intereses. Suelo huir de él. Pero me puse a verla porque dirige Celine Song y Song dirigió una de las mejores películas de 2023: Vidas pasadas.
Seguimos a Lucy, que trabaja como casamentera en la empresa Adore.
Materialistas, por su propio título, sonaba frívola, ligera. Pero la directora tiene profundidad, da vueltas a las relaciones de pareja, a eso que llamamos amor.
Lucy es bastante realista, sabe evaluar, plantea las cosas a los clientes de modo racional. También lo es en su vida privada, en sus relaciones. Una agresión de un cliente a una cliente hace que ella se conmueva, que vacile, que dude de lo que hace. Un acto realista le hace dudar de su realismo y objetividad. Comienza a ver sólo lo negativo. Y eso afecta a su vida personal, a la relación que tiene con Harry. Empieza a ver la delgada línea que separa a una casamentera de una celestina. Sophie lo dice con claridad: proxeneta.
Estamos en un mundo en el que queremos personalizar un esposo o una esposa, el ser perfecto con atributos perfectos. El matrimonio como un trato comercial en el que conviene que exista el amor. Todo se reduce a dinero, edad, estatura. Las cirugías como una inversión para recuperar un valor corporal. Estatura de los varones, tan determinante.
Song muestra una sociedad que no sabe amar, no quiere amar. No puede amar.
Me gusta la secuencia de la conversación con la jefa mientras detrás, otras empleadas, brincan de alegría. Me gusta el despertar de John en un piso cutre con compañeros de piso cutres y el despertar de Lucy en una casa de 12 millones.
El apartado técnico. Celine Song está mucho más segura en el uso de la cámara. No es sólo que tenga más dinero. No seamos materialistas. En Vidas pasadas movía la cámara sin ton ni son. Ahora la mueve cuando debe y realiza con ella algún juego interesante en momentos oportunos. Ha perdido algo de simbolismo y sugerencias sutiles. Es más directa. Quizá la peli lo exige porque su protagonista es así: directa, fría, calculadora.
Abre con una secuencia en el Paleolítico. ¿Cursi? Sí. Pero también muy elocuente. Una escena que llevaremos con nosotros durante un metraje mayormente cínico, un ancla emocional de esperanza. Porque desde la primera pareja cavernícola hasta esta tarde, todo el mundo tiene un deseo, una pulsión, de envejecer al lado de quien ama. Para siempre. Con sus arrugas, canas, cambiándose los pañales mutuamente, enterrando al otro.
No es tan brillante como Vidas contadas pero sigue siendo bastante buena. Estaré atento a lo siguiente de Song.

16/8/25

Nadie 2

Nunca des una colleja a la hija de Nadie.
Se empieza por ahí y aparece un grupo de narcotraficantes y policías corruptos bajo las órdenes de una malvada “empresaria” (desquiciadísima Sharon Stone). Y aunque a Nadie le guste dar guantazos a tutiplén, él estaba de vacaciones.
No es lo mismo el terror que la acción, pero temo que a Nadie 2 pueda sucederle lo mismo que a M3GAN 2.0: que las expectativas jueguen en su contra al añadirle la comedia.
No debió suceder con M3GAN y espero que no le suceda ahora a Nadie 2. Es, sobre todo, comedia. Una sucesión de peleas en un recinto ferial donde cada atracción y sus adminículos tiene el potencial de convertirse en un arma. Un ejemplo: esa barcaza en el río viene a ser un trasunto de la secuencia del autobús en la primera película. Pero allí era visceral, dramática, pura ira. Aquí es divertidísima. Igual de bestia, pero con mucha gracia, con ese dedo, esa cabeza de pato… Ocurrencias que surgen de una aparente improvisación. Lo que se puede esconder en una piscina de bolas.
Por supuesto, la familia de Nadie queda implicada.
He visto cosas de Timo Tjahjanto mucho más imaginativas que las de aquí. Pero quizá no sea necesario el nivel de locura de esas producciones. Aquí sacan el suficiente partido a la propuesta y resulta coherente dentro de su locura. Quiero decir que no hay gente rebotando por las paredes o dando saltos de 5 metros de altura. Lo de las sierras de carpintería sí que le gusta.
Voy a insistir para que nadie se engañe: hay mucha sangre y muertes muy burras. Vaya pedazo de katana afilada. Bob Odenkirk en su salsa. Se nota que le gusta ese personaje.
Y, como la primera, no llega a los 90 minutos, cosa que está muy bien porque son conscientes de que no están haciendo una obra maestra y que los espectadores estamos ahí para lo que estamos. Nos dan lo que pedimos, así que todos contentos.
Dadme más de esto, por favor.

15/8/25

Al margen (650)

1. Comunicado de Disney tras despedir a
Gina Carano: sus publicaciones, en las que denigra a personas por su identidad cultural y religiosa, son aborrecibles e inaceptables. Comunicado de Disney tras acuerdo judicial: la señora Carano siempre fue respetada por los directores, actores y el equipo técnico, y trabajó duro para perfeccionar su oficio mientras trataba a sus colegas con amabilidad y respeto. Del dinero que le ha tenido que pagar Disney a Carano aún no sabemos (no menos de 75.000 dólares) pero me ha hace feliz ver cómo los abogados de Elon Musk obligan a Disney a humillarse.
2. Greta Gerwig comenzará Las crónicas de Narnia por el libro número 6: El sobrino del mago. Fecha prevista de estreno: 26/11/26.
3. Javier Bardem y otra gente del cine español criticó a Christopher Nolan por rodar La Odisea en el Sahara Occidental. Dos reflexiones. Primera: podrían criticar a Pedro Sánchez que es quien provocó el problema. Segunda: seguro que Nolan no duerme de preocupación.
4. Los 4 primeros capítulos de Miércoles lograron 50 millones de espectadores en 5 días. Me parece bien.