Rollo
inicial oriental sobre cómo la Perla del Caos fue dividida en la
Perla del Espíritu y la del Demonio. Para que pueda haber película
no destruyen de inmediato la del Demonio y dan pie a que se encarne
en un bebé: Ne Zha.
Un
poco como Hellboy.
Técnicamente
imitan el estilo de Disney pero, lo creas o no, la película china es
mejor: más detallista aún, más imaginativa (al menos para un
occidental) y con un dinamismo deslumbrante.
El
tono es bastante gamberrete, con chistes y gags macarras. También
tiene otros chistes más ingeniosos. La cuestión es que un demonio
es difícil de educar. Interesante cómo los padres de Ne Zha tratan
de llevarle por buen camino.
Dos
temas: El primero es una historia acerca de cómo la educación es
decisiva para formar personas, por encima de su origen, genética o
cualquier otro aspecto. Y, oye, cómo se revuelven las cosas al
llegar la adolescencia. O se puede interpretar lo contrario si
atendemos al buen corazón de Ao Bing pese al ansia de poder que le
han inculcado. Me gusta esa complejidad interpretativa. El segundo
tema son los prejuicios.
Esas
escenas de caos y destrucción son muy espectaculares, tanto por la
calidad del dibujo como por la planificación escogida para
mostrarlo. Visualmente es muy enérgica. El primer enfrentamiento con
Ao Bing está muy logrado: buenos preliminares, buena presentación
del personaje, buen desarrollo.
Lo
que más me gustó fue la gestualidad. Llama la atención la
naturalidad en dibujos animados.
Personalmente
me acaban cansando tantas peleas y el tramo central se alarga
demasiado con el conflicto repetitivo de miedo a Ne Zha por sus
trastadas. No hacía falta insistir tanto.
Animación
buenísima (muy loco el momento pinball). El guion necesitaba un
repaso. Aun así el resultado sorprende por su gran calidad. El final
es una épica apabullante. Igual
los 2 mil millones de la segunda parte son justificados. Veremos.
-Te
lo dije: eres el único amigo que tengo.
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