El
sheriff navajo Joe Leaphorn siempre tuvo el control. Con sus
debilidades, pero seguro de sí mismo. En esta temporada vemos cómo
ciertos
actos
le pasan
factura psicológica. Tremenda
interpretación de
Zahn
McClarnon.
Realmente me ha sorprendido. Sin dejar de ser quién es, expresa unos
bajones tremendos y unos sentimientos soterrados de forma precisa,
sin exageraciones.
Hizo
lo que tenía que hacer. Justicia india. Pero, como dice su mujer,
trajo el espíritu de ese hombre a casa.
Me
encantan cosas como esa curandera que viene a limpiar la comisaría
de malos espíritus tras el asesinato, una especie de exorcismo
indio. La del FBI alucina pero es lo que se debe hacer. Leaphorn ha
cruzado la línea, la que le enseñó la tradición india y la que le
enseñó la escuela católica: ahora camina con un monstruo al lado.
Yé’iitsoh. El monstruo interior. En el exterior sólo hay hombres
que hacen cosas malas.
El
3x06: uno de esos capítulos embotellados que o sale muy bien
(siempre
pienso en The Killing)
o sale muy mal (Daredevil).
Éste, tan onírico, me pareció estéticamente bonito pero sin
función narrativa.
Sigue
siendo igual de buena pero a mí me gustó un poquito menos. No me
agradó tener a la agente Manuelito tan lejos. ¿Qué hace en la
Patrulla Fronteriza? Eso obligó a una casualidad que, sin ser
descabellada ni rara, no deja de ser un poco forzada. Mantuvo la
conexión con la reserva Navajo pero no fue lo mismo.
Lo
mejor, para mí , fue ver cómo Leaphorn acepta la responsabilidad de
sus actos. Hace lo que tiene que hacer, paga el precio, no se hace la
víctima, avanza con la culpa a cuestas. Eso se ve poco ahora. Muy
bien llevado lo de su esposa Emma que culmina en el 3x07.
Estupendo
final. Lephorn desesperado anhelando el perdón. Y corte.
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