
Me gusta esa mezcla de equipo técnico español con equipo artístico americano. Sobre todo porque Sigourney Weaver y Robert de Niro salen con la cara renovada, en papeles que no son lo de siempre.
Una decepción porque sigo considerando que Concursante y Buried eran mejores. Pero me alegro porque Rodrigo Cortés se sigue abriendo paso de modo seguro. Simplemente es una pena que, una película tan sugerente en su desarrollo, no sepa terminar la faena.
No hay comentarios:
Publicar un comentario