
Básicamente, la gracia está en todas esas frases con doble sentido, aprovechando que hablamos de huevos y pollos:
Un espectáculo con los huevos al aire.
Para coger ese camión vamos a necesitar muchos huevos.
Los huevos se hicieron para estar de dos en dos.
Torpedos. Con tor al principio.
Están manejando el camión los huevos. Pues que manejen con las manos.
Nos venció un pollo. Tiene muchos huevos.
Houston. Tenemos un pollo.
El argumento es irrelevante. También hay huevos de chocolate, de confites y de otros tipos. Y, por supuesto, una loncha de tocino. Porque ¿qué son los huevos sin tocino?
Que el colesterol nos acompañe.
No hay comentarios:
Publicar un comentario