
Sinceramente: el engranaje de comedia y drama no funciona nada bien.
Hay algunos personajes atractivos, pero el hilo de la trama no termina de funcionar. El guión se estanca a ratos, es lenta, vuelve a levantar el vuelo, tiene elementos sugerentes, vuelve a caer...
La cónsul era la más graciosa, entusiasmada con el mero hecho de ver a un judío, cargando ella misma con sus maletas. Lástima que aparezca poco. Lo del tanque me parece excesivo, aunque tiene su carga metafórica.
Así es el mundo, el hermano mundo. ¿Cuándo me cansaré de ti? Cuando no coma pan en Cuaresma, cuando el vino se aburra de mí.
Vivir y morir en Jerusalén.
¿Y ser enterrado?
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