
Bunraku es una sucesión de guantadas y piñazos que descansa, de cuando en cuando, intercalando frases de tipos duros.
El reparto no está mal. Ron Perlman, Woody Harrelson, Demi Moore y un Josh Harnett al que creía desaparecido. Lo mejor es la estética de origami, marionetas e ilustraciones en relieve. Y no está mal la música de sala de juegos, videojuegos y pinball.
Podría haber sido mucho peor, pero le salva la estética. Podría haber sido mucho mejor, trabajando el guión. Se queda en tierra de nadie, creo yo.
La venganza, el ojo por ojo y diente por diente, siempre rima mejor que poner la otra mejilla. Y ahí está la excusa para dispensar tortas a mansalva.
Se deja ver si eres tolerante.
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