22/7/25

Sky Peals

-La gente, sencillamente, no quiere estar sola.
Adam trabaja en una hamburguesería de carretera. Su vida es rutinaria, anodina, aburrida. No es feliz pero tampoco aspira a más. Está bien como está. Un día recibe una llamada que le informa de la muerte de su padre, al que apenas conoció.
Adam comienza a explorar un poco en la vida de su padre. Quién era, tíos, primos, abuelos… A medida que investiga llega a la lógica conclusión: era un extraterrestre.
No creas que es ciencia-ficción. Lo del extraterrestre es un anzuelo interesante. Es simplemente la excusa para mostrarnos a un hombre en busca de su identidad, tratando de averiguar quién es, cómo ha llegado hasta aquí, qué debe hacer con su vida. Loco o no.
En algunos momentos me recordó a la muy superior Take Shelter. Un poquito por ese concepto en el que no sabes si el protagonista tiene razón o está como una chota. Pero más que nada por la atmósfera de extrañeza. Desde luego la alelada interpretación de Faraz Ayub es sorprendente.
Evidentemente la ausencia del padre ha definido a Adam de modo brutal. Parece estupidizado. La muerte del padre o, mejor dicho, la iniciativa para tratar de averiguar algo sobre la vida de su padre, parece un arranque de iniciativa prodigioso. Y quizá suficiente para salir de su estado anímico.
Me parece bien cómo trata la idea de fondo: quién soy, qué pasado me trajo hasta aquí, qué haré. Pero el asunto del extraterrestre no me convence tanto. Ya que lo plantean debería haber un mayor juego de evidencias a favor o en contra. Parece que faltara imaginación para elaborar las idas y las vueltas, la prueba y la contraprueba.
Me gusta que ese final apueste por el aquí y el ahora.
Desde luego es para público minoritario.

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