
Sencilla, amable, llena de buenos sentimientos, con muy poca chicha.
Es Navidad y, por cosas de la vida, la última de las empleadas tiene que quedarse a cargo de los cuatro ancianos más plastas del geriátrico. Con un poco de mano izquierda, un poco de firmeza y un poco de marihuana, logra que los vejetes, que se habían dado de baja de la vida, vuelvan a levantar los ánimos y se sientan otra vez como unos chavales.
Imelda Staunton, Vanessa Redgrave y Joss Ackland hacen lo que pueden. Tiene su gracia y algunos golpes bastante buenos, pero el director carece de imaginación y de capacidad para desarrollar las escenas con vigor.
A los cinco minutos, lo único que recuerdas es que la película tenía un título muy pretencioso.
Qué mala pinta. Me quedo con mis moteros como compañía navideña...
ResponderEliminarAh, sí. Esos moteros... Tan navideños ellos...
ResponderEliminarEl contrapunto. No todo van a ser sonrisas y espumillón. Madre mía qué dura se ha puesto... no sé si se la recomiendo a tu espíritu pixareño.
ResponderEliminarVeremos.
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