30/6/20

Miss Scarlet and the Duke. 1x01 a 1x04


Hace poco leí Detectives victorianas, una compilación que prueba la enorme cantidad de mujeres dedicadas literariamente a tal profesión. Muchos relatos y muchos otros citados. De escritores y escritoras. Miss Scarlett contiene todos los códigos de esas novelas: casi siempre toman el trabajo detectivesco por problemas económicos, son independientes, inteligentes, se interesan por lo moderno.
La diferencia más notable entre la serie y las novelas es que la serie muestra un universo machista. En las novelas victorianas ese problema es escaso. Es, principalmente, un prejuicio de clase social. Los polis buscaban asesoras civiles porque podían infiltrarse en lugares donde un caballero no podía hacerlo. Y ellas estaban encantadas porque ganaban un dinero que les permitía ascender de clase o, al menos, mantenerse en su nivel burgués. Lo de ser como los hombres no es algo que sea prioritario. Nuestros prejuicios actuales hacia épocas pasadas yerran en el punto de mira.
Curioso: pensamos que en el siglo XIX eran menos feministas que ahora. Tal vez porque ahora lo somos menos o tal vez porque hay gente que quiere que pensemos que ahora somos más progres. Sea eso lo que sea.
No es asunto irrelevante para la calidad de la serie. Porque se pone tan pesada con las conversaciones feministas que acaba agotando. Una vez y otra y otra y otra y otra y otra (¿ves cómo cansa?). En las novelas desarrollaban mejor el prejuicio de clase y daba gusto ver que les importaba un bledo que el detective fuese hombre o mujer.
Abandoné en el cuarto capítulo porque ya había oído la misma conversación 40 veces. Y porque la intriga, francamente, era casi nula. La producción, británica, es impecable como siempre.
Pero  léete Detectives victorianas de Michael Sims. Todas las historias son buenas y se te quitarán algunos prejuicios que ahora quieren hacernos creer. Como la de aplicar categorías actuales a épocas pasadas, como la de pensar que a ellos les importaban las chuminadas que nos importan ahora. Igual que ahora ni imaginamos las que habrá dentro de un siglo. Aunque ya me gustaría verlas.

29/6/20

Valentine, venganza oscura


Película indonesia de superhéroes.
Y es exactamente lo que te imaginas. Muy mala pero con peleas de artes marciales muy buenas. La trama tiende a cero. En la ciudad de Batavia (algo así como Gotham) impera el mal. De pronto aparece una vengadora justiciera: Valentine.
Y como no necesitas más argumento para desencadenar secuencias de peleas de artes marciales, te pones a enganchar una escena de tortas con otra de mamporros.
Bien fotografiada, interpretaciones insufribles, trama injustificable.
De todos modos, con 4 rupias, cualquier pelea es más original que las de todo el ciclo de Marvel. Ya se sabe que cuando tienes dinero no usas la imaginación y puedes poner la misma pelea en todas las pelis sin que la gente se dé cuenta. Y cuando no tienes dinero usas la imaginación a ver si consigues que te vea alguien. Lo de la pelea en dos furgonetas en paralelo tiene gracia de puro absurda, aunque a veces hasta se noten los cortes.
¿Y qué me dices de la mala, uniformada con el logo de Batman y la sonrisa del Joker? Después de sacudirse puños hasta en las pestañas no se desmaquillan ni un poquito.
Entre los créditos finales, dos escenas que puede que tengan algo que ver con la peli o puede que no.
Yo es que después de Un blanco, blanco día, necesitaba algo así.

28/6/20

Corre como una chica


-¿Qué tipo de jockey quieres ser?
-La que gane la Copa de Melbourne.
La Copa de Melbourne es la carrera de caballos más dura y la más famosa. Michelle Payne fue la primera mujer jockey que logró ganarla en 2015. Familia católica, 10 hermanos (uno de ellos con síndrome de Down), sin madre, criados en una granja, con caballos. Muchas roturas de piernas y brazos, esguinces, heridas.
Teresa Palmer se encarga de dar vida a la biografiada. Sam Neill es el padre de la tropa caótica.
Como cualquier biopic deportivo, el deporte es lo de menos. Se trata de la épica del esfuerzo, de la superación de obstáculos. La mayoría de las películas escogen el camino fácil: tomar la vida de una persona real y usarla como inspiración para hacer algo bonito y sentimental, ocultando los pasajes más oscuros.
También aquí lo hacen. Y en mi opinión es un error porque convierten el guión en algo mil veces visto y escamotean la verdad, el hecho innegable de que nuestro lado más oscuro, nuestros errores, también nos construyen.
Funciona razonablemente bien no por el aspecto deportivo sino por el retrato familiar. Especialmente la relación con el padre y con Stevie, el hermano con síndrome de Down. Es gracioso, sabe bastante de amaestrar caballos y le echa mucha jeta a su condición para lograr lo que quiere.
Película amable, para toda clase de públicos, con algún momento brillante pero excesivamente previsible en sus pasos.

27/6/20

Un blanco, blanco día


Es una peli bastante pesadita, la verdad.
Durante la primera hora vemos cómo un hombre viudo construye una casa. Hay anécdotas con sus compañeros polis, con su hija, su nieta, amigos… Pero sobre todo construye una casa. Eso podría funcionar como metáfora acerca del vacío o de reinventarse o de encontrar un sustituto para el concepto de hogar. Pensé que la peli iría de eso y me adapté, a la espera de descubrir la simbología completa.
Pero a la hora la peli cambia. O, mejor dicho, empieza. Porque de la casa ya no volvemos a saber mucho más. El viudo es poli y tiene dudas acerca de la muerte de su mujer. Y se vuelve una película de intriga y venganza con asuntos que resolver.
Ambas tramas me parecen inconclusas por separado. Y juntas no alcanzo a verles la unidad. Puedes crear una peli simbólica y tomártela con calma. Pero me descolocó por completo que tanto metraje fuese un mero relleno antes de comenzar la intriga.
No lo veo. Sobre todo porque con la simpleza del final todo lo demás me suena a pretencioso. No hay una gran profundidad en los sentimientos ni el drama, ninguna genialidad reflexiva que justifique la extravagante lentitud de su puesta en escena.
Lo mejor: la escena con la nieta en el coche detenido por el otro hombre. Un instante de furia muy bien rodado.

26/6/20

Al margen (390)


1. Henry Cavill quiere muchas cosas. Quiere seguir siendo Geralt de Rivia (The Witcher) y quiere seguir siendo Superman durante muchos años. Y ahora también será Sherlock Holmes en el papel secundario de Enola Holmes. Demasiado, creo yo, para un actor tan inexpresivo.
2. Cobra Kai pasa de youtube a Netflix. Sigo muy sorprendido de que cosas que funcionan en una plataforma en otra no.
3. Al fin hemos visto un tráiler de Fundación. Yo aún no me lo acababa de creer. Un proyecto que llevaba décadas dando vueltas y que nadie sabía cómo adaptar. Aún hay que esperar a 2021 pero ya es seguro que estará ahí.
4. Algo hay que decir de Disney esta semana, ¿no? Disney+ anula la suscripción gratuita de 7 días. Si quieres ver Hamilton, paga. Dicen que Disney ya es suficientemente barato. Depende de cómo se mire: si ofreces un buen producto novedoso (bueno de verdad) sólo cada seis meses no es tan barato.

25/6/20

El Ministerio del Tiempo. Temporada 4


-Al final siempre es todo como en Terminator.
No me interesaron gran cosa sus 3 primeros episodios. Particularmente el 4x03, un auténtico petardo. El reencuentro entre Amelia y Julián debió convertirse en algo mítico y lo trataron con una indiferencia preocupante. Emoción cero. En cosas así es donde la técnica resulta importante. Puesta en escena, encuadres, música… Una enorme decepción. Lo único bueno fue el momento de Federico García Lorca.
Por suerte llegó el 4x04. Velázquez. Entrando en El Prado a ritmo de rap para ver su sala. Qué pedazo de personaje, qué descomunal. Lo mejor de toda la serie. Aquí le dieron cancha y lo bordó. Magistral. La trama sobre el comercio de arte fue buena y hasta se pusieron steampunk al final.
Pero sobre todo cogieron carrerilla. El 5x05 fue fabuloso. El mejor capítulo de toda la serie. Desde momentos Psicosis hasta las intrincadas tramas temporales del mejor Doctor Who de la era Moffat con pseudo-TARDIS incluida: el Anacronópete de Enrique Gaspar (al fin alguien habla de este hombre tan original). Y Carolina que viene de dentro de unos días y que se tiene que vestir que tiene que volver al presente.
El 4x06 fue puro corazoncito. Un capítulo para Salvador. Muy bonito. Desde ese comienzo tan Up! hasta ese abrazo final a Emilio Herrera.
El 4x07 volvió a ser un rollo, mero relleno. Sólo la última escena preparaba la traca final.
El 4x08. Un homenaje a X-Men. Y a las escaleras de Potemkin. Con un sorpresón de los gordos que, sin embargo, debió aprovecharse mejor.
El destino de nuestra patrulla, a la que hemos acompañado 4 años, está muy decidido. Pero hay sitio para nuevas patrullas, misiones y caminos abiertos en la Historia. Espero que vuelva, claro. Con todos mis respetos para Javier Olivares, un gran creador y amo de esta idea brillante, espero que pase al testigo a otras manos. Creo que a la serie le vendría bien otra mirada, otra perspectiva, un vuelco diferente. Menos docente y menos, a ratos, catequética, para exprimir a fondo las acciones y el drama de los personajes.
Una pena que no apareciera Amelia en el capítulo final, que no le otorguen ni una sola mención.
-No intentes cambiar el pasado. Es chungo total.

24/6/20

Little Joe


Una botánica ha desarrollado una planta cuyo aroma hace feliz a la gente. La bautiza como Little Joe.
Hay colores cálidos, amables. Pero la dirección de la austriaca Jessica Hausner es fría, distante, con interpretaciones secas. Al igual que hiciera en Lourdes o Amour Fou, resulta aséptica, geométrica, tan esterilizada como los invernaderos en que los protagonistas trabajan. Hay también una morosidad de la acción donde todo se cuece a fuego lento.
En todos estos aspectos recuerda a su compatriota Michael Haneke. Y de hecho pensé que Little Joe viene a ser una especie de La invasión de los ultracuerpos dirigida por él. O por ella, claro.
Porque la planta hace feliz a la gente pero, creada estéril por cuestiones de seguridad y comercialidad, también hace algo más.
No es para grandes públicos pues puede llegar a resultar exasperante. Me interesó su soterrada crítica científica. Cómo cualquier jugueteo con la genética puede tener repercusiones inesperadas. También eran graciosos (a su modo raro) los celos profesionales y la competitividad de los científicos. Que vienen a ser, por otra parte, el desencadenante de ese saltarse las reglas e ir un pasito más allá de la línea de la ética.
Rarita.

23/6/20

Da 5 Bloods: Hermanos de armas


4 veteranos negros regresan a Vietnam, 45 años después, para buscar el cadáver de un compañero y repatriarlo. Y también para recoger el oro que dejaron enterrado.
Spike Lee es tan sutil como una patada en la cara. Pero también tiene cosas interesantes. Es una película tremendamente irregular, amorfa, llena de contrastes sin sentido. Tiene ideas brillantes y otras muy estúpidas. Momentos inteligentes y otros muy locos. Y a medida que avanza la película cada vez más locos. Su discurso critica tanto el racismo como el victimismo vacío al mismo tiempo que cae en el victimismo. Y es excesivamente larga, con escenas agotadoras que se hacen interminables.
La primera hora es buena. Plantea bien las cosas y presenta cabalmente a los personajes. Luego es un derrumbe en progresión geométrica. Llega un momento en que es imposible saber qué quiere contar. La trama no fluye, se retuerce para que ocurran determinadas cosas inverosímiles. A ratos es caótica, puro capricho.
Sí. Hay un nivel de locura a lo Apocalypse Now y, más que una referencia, se convierte casi en plagio.
Escenas como la de Black Lives Matter o discursos como los de Martin Luther King y Muhammad Ali, son otros caprichos. Sin nada que ver con la trama y hasta contradictorios.
Delroy Lindo, hay que admitirlo, hace una interpretación que le pone en la lista de los Oscar. Andan por ahí también Jean Reno y Mélanie Thierry en un reparto bastante internacional.
También tiene algunos fallos de raccord un tanto preocupantes.

22/6/20

Force of Nature


Puerto Rico. Se acerca un huracán escala 5. Una poli y un poli se encargan de evacuar un edificio. Pero hay un anciano al que unos atracadores buscan para apoderarse de su caja fuerte. También está un poli jubilado en las últimas (Mel Gibson) con su hija enfermera. Y un tipo con una mascota llamada Janet.
Ajustadita de presupuesto, un puñado de actores y… acción.
No da para mucho. Es una de acción clásica (nada de exageraciones excesivas) a la que se añade el factor huracán. Interesa más la gente que se da cita allí, inverosímil pero gracioso.
Juega a su favor que no pretende ser más de lo que es, que dura una razonable hora y media y que sus toques de humor están muy medidos. Además está Mel Gibson de secundario de lujo, gruñón, testarudo y tosiendo hasta sacarte de quicio.
No es espectacular ni en tiroteos ni en truculentas escenas de lluvia y viento. Tira más bien hacia un aparente realismo. Es flojita pero me gustó un detalle: hay una cosa muy previsible pero que, sin embargo, esperas con ansia. Ahí sí me habría gustado que se extendieran un poco más.
Para pasar el rato si no eres muy exigente.

19/6/20

Al margen (389)


1. Me dio por ver algunos capítulos de Colombo. Y vuelvo a confirmarme en la idea de que ya no se escriben guiones como los de entonces. Además algunos capítulos son técnicamente muy buenos. Uno lo dirige Spielberg, otro arriesgaba con un doble flashforward sobre cada lente de las gafas del asesino. Ay, esos guiones.
2. Wonder Woman 1984 se vuelve a retrasar, por cuarta vez, al 2 de octubre. Pero es que hasta la pieza más segura, la todopoderosa Tenet, experimenta retrasos. Se va del 17 de julio al 31.
3. Ese baile de fechas hace que los Oscar se retrasen 2 meses. No me gusta. Es admitir que ciertas películas, antes de que se hayan visto, sí tienen derecho a Oscar y les dan tiempo para que se sitúen en la parrilla de salida. Es admitir que algunos Oscar ya están bastante decididos.
4. Tras Artemis Fowl, algunos me recriminan de nuevo mis críticas a Disney. Pero hay muchos que opinan lo mismo. En comicbook.com señalan algo en lo que coincido plenamente: Mover Artemis Fowl a Disney+ es la decisión más inteligente que el Ratón ha tomado en todo el año. Un elogio bastante demoledor y cierto. Que la decisión más inteligente sea procurar que una peli mala pase desapercibida…

18/6/20

Madam C.J. Walker. Temporada 1


-¡Ahora tengo marido!
-Sí. Y es tan útil como un cubo sin fondo.
Comienzos del siglo XX. La vida de las mujeres negras no es fácil en EEUU. Se les cae el pelo pues no tienen agua corriente, se alimentan mal y conviven entre productos químicos nocivos. Sarah Walker ideó una línea de cosméticos y una cadena de peluquerías con 10.000 trabajadores. Se convirtió en la primera millonaria afroamericana del país. Y se compró una mansión al lado de la de Rockefeller.
Si tienes en el reparto a Octavia Spencer y a Carmen Ejogo difícilmente puede salir mal. Pero como ocurre con tantos biopics da la sensación de que la vida real de Sarah Walker debió ser más interesante que lo que cuenta la serie.
Un ejemplo: Ni Addie era tan mala ni Sarah tan buena. Eran dos tipas con una ambición enorme y un carácter muy fuerte. Puedes tomarte licencias, lógicamente, pero la cuestión es que, tal como nos las presentan, se han perdido matices, se esquiva la profundidad psicológica y se simplifica: una buena, otra mala.
Otras cosas se introducen por corrección política (no hay pruebas de que la hija de Sarah fuera lesbiana) y se sienten como pegotes en la trama porque debería estar explicándonos otras cosas.
Hay algo esencial, básico, que se queda en los márgenes del guión y el celuloide. Yo habría preferido ver eso. La rivalidad real con Addie, las complejas relaciones reales con la hija.
Así que no es una serie fiable para conocer a la mujer. Es una serie entretenida, sin dificultades, sencilla y prefabricada. Para pasar el rato está bien, nada más. Son cuatro capítulos y eso la hace muy asequible.

16/6/20

Alex Rider. Temporada 1


La película de 2006 fue flojita y absolutamente impersonal, así que no era de extrañar que hiciesen una serie. Los británicos crean buenas historias de espías. Incluso cuando se trata de espías adolescentes.
Con la sana intención de alejarse de infantilismos, de eludir a los malos de chiste, de tomárselo en serio, tal vez se exceden en la falta de humor. Pienso que una cosa no debería quitar la otra. Alex Rider es una serie de aventuras con un James Bond muy adecuada a la edad del protagonista. Protagonista que tendrá unos 15 o 16 años pero que lo interpreta un tío de 20. Ahí no aprenden.
En cualquier caso es bastante resultona. Sus ocho capítulos funcionan bien y a buen ritmo aunque si hubiesen abreviado algo del colegio Point Blanc tampoco habría pasado nada. Espías, aventura, dosis de acción no muy descabellada, hazañas del chico no muy exageradas… Funciona con competencia. Como sigue la estela de Bond tiene también un toque de próxima ciencia-ficción con un loco empeñado en dominar el mundo.
Además el instituto inglés no es americano, no hay esas raras movidas de castas y tampoco tiene excesivo peso en la trama. El otro instituto, el suizo, Point Blanc, logra ser siniestro en su punto justo.
8 capítulos bien engrasados para el público adolescente aunque también sea bastante digerible para el público adulto.

15/6/20

Artemis Fowl


No auguraba nada bueno pues ya conocemos las estrategias de Disney. Durante 3 meses de confinamiento no han soltado en Disney+ ninguna de las películas que tenían en marcha. Ahora que vuelven los cines decide colgar ésta en la plataforma. Se ve que no confiaban mucho en ella. Con razón: una película insípida muy adecuada para la, hasta ahora, plataforma más insípida.
Y eso que Kenneth Branagh está en la dirección. Pero Branagh se limita a quitarse el muerto de encima con una estética kitsch, sobrecargada de personajillos feéricos sin sustancia alguna. Como si a fuerza de añadir cosas pudiese ocultar la vaciedad. A menos que tenga 9 partes (Dios no lo quiera) y vayan explicando a cuento de qué viene todo ese desparrame visual.
Como Tim Burton con Dumbo. Disney somete a esquemas y los directores no saben qué pintan ahí. Pero queda su nombre, que es lo que rentabiliza.
Atropellada (que no con ritmo), frenética, sin calar en ningún personaje, abrumadora en su constante movimiento de cámara, pesada en su desarrollo caótico y, en sus momentos más infantiloides, decididamente estúpida.
El mejor: Josh Gad. Colin Farrell está de adorno. Judi Dench me ha dado hasta pena.
Por si te interesa: el único parecido con el libro es el título.
Mala.
-Vete a freír tréboles.

14/6/20

La estafa (Bad Education)


Roslyn es el cuarto mejor colegio público de Estados Unidos. Y como es buen colegio suben los terrenos de alrededor. Y las inmobiliarias hacen negocio. Y los transportes. Y las obras públicas. Y la administradora del insti desvía un dinerillo en una consola para el sobrino y otro en las compras navideñas y otro en reformar la casa. Para empezar, afloran 223.000 dólares ilegales.
La primera dificultad es que en España no puedes concebir algo así. El sistema americano es muy distinto y el volumen de dinero se mueve de otra manera. El segundo obstáculo es que aquí tenemos la corrupción asumida y te parece de lo más normal y te preguntas: ¿hacen una peli de esto?, ¿acaso no es una práctica común? El tercer problema, puramente cinematográfico, es que el desarrollo es muy convencional y mecánico, suena a muy ya visto. El final, especialmente, es muy burdo.
Lo de la estudiante que se topa con el tinglado le da vidilla a la trama. Mientras todos tratan de encubrir el asunto ella hace cuentas. Y como una cosa lleva a la otra descubre la triple vida del director. Fue el dilema moral que más me interesó, sobre todo porque es una adolescente la que debe tomar la decisión difícil con la que nadie más se atreve.
Fue mucho mejor la primera obra de Cory Finley: Purasangre. Pero, en fin, están Hugh Jackman y Allison Janney encabezando el reparto así que eso ayuda mucho.

13/6/20

ARQ


Hay una guerra energética en el mundo que ya ha acabado con gran parte de la población. ARQ es una máquina que crea energía perpetua. Pero también hace algo más que no estaba previsto.
Una mezcla entre Atrapado en el tiempo y Al filo del mañana. La cuestión de estos días que se repiten es que debes de tener muy claro cómo quieres acabar. Y eso es algo que casi nadie sabe hacer bien.
ARQ se mete en un berenjenal del que no sabe salir de modo que, al terminar la película, entendemos un poco mejor lo que pasa en ese mundo pero nada más: una explicación a unas reglas que ellos mismos se han impuesto.
Hubo una sola cosa que me gustó: no todos recuerdan a la vez. Los personajes van recordando progresivamente, en repeticiones distintas. Y las estrategias cambian a medida que van descubriendo lo que está pasando. Eso impide que el día sea casi siempre idéntico.
Ya he mencionado alguna vez que Robbie Amell no es ningún dechado interpretativo, sólo Rachael Taylor tiene oportunidad de lucirse en alguna ocasión.
Flojita.

12/6/20

Al margen (388)


1. Edward James Olmos criticó a Ben Affleck por interpretar a un chicano en Argo. Volvemos con esas ideas arcaicas de que un actor debe interpretar a los de su raza o género o gusto compartido. Tal como acabó Battlestar Galactica, el papel de Olmos debería haberlo interpretado un griego. Y nadie se ha quejado.
2. En semejante línea, HBO retira Lo que el viento se llevó por racista. Se dice que la educación es el mejor modo de luchar contra el racismo. Y parte fundamental es entender tu cultura, tu historia, tu pasado. Entenderlo, no ignorarlo ni pretender modificarlo. En España hacemos tonterías similares. Memoria histórica lo llaman.
3. Más de lo mismo: los Looney Tunes han suprimido la escopeta de Elmer por una guadaña. Le preguntaremos a Bugs Bunny si prefiere morir de un disparo o a guadañazos.
4. A veces pienso que estamos a un paso de Farenheit 451. He empezado a descargarme esas pelis para compartirlas en tugurios, haciendo frente a la Policía de la Moral, los Bomberos bradburyanos o cualquier ley de cerebro seco. Me dicen que no, que no me preocupe, que toda esa censura la hace gente que está en contra de la censura. Lo dicho: Farenheit 451.

11/6/20

El Presidente. Temporada 1


-Ser el presidente de una Federación de Fútbol es como ser el presidente de la República. A veces un poco más.
Puro cine de mafiosos. Tal cual. Como ver El Padrino o Los Soprano o El irlandés. Está claro que el responsable de esta serie no ama el fútbol, así que por mí bien. Corrupción, dinero, poder, prostitución y chantajes bajo la cobertura de la inmunidad diplomática de la CONMEBOL en Luque. El montaje, los diálogos, la ambientación ofrecen en los primeros 8 minutos toda una declaración de intenciones: retratar el mundo del fútbol como una mafia de escala gigantesca. Desde la financiación de los Barras bravas hasta las cuentas en Suiza pasando por los amaños en los sorteos. Que ni siquiera son sorteos y están decididos de antemano. Y el lavado de dinero y la evasión de impuestos que no alegró al FBI.
El escándalo de la FIFA de 2015. Sergio Jadue, el Presidente de la Federación chilena. Y Nené, su mujer. Ojo a Nené.
No dejan títere con cabeza. La serie es un repaso total a un negocio inmoral revestido de deporte. Si quieren lavar su imagen van a ver al Papa, organizan un partido por la paz o cualquier otra cosa y se siguen forrando. Mil millones de memos lo siguen viendo.
Y miles de obreros (unos 4.000) mueren en la construcción de los estadios de Qatar. Para la FIFA es una buena inversión.
-Donde ustedes ven un corrupto, nosotros vemos un emprendedor.
No es una serie redonda y tiene sus defectos, pero su ritmo casi siempre es bueno. Deberían verla los futboleros, al menos para que sean conscientes de lo mucho que los manipulan y de lo absurdo que es el fanatismo por un equipo.
Cuando juega Brasil contra México en realidad juega Adidas contra Nike.

10/6/20

The Blackout (Avanpost)


Le estoy cogiendo el tranquillo a la ciencia-ficción rusa. Lo que he visto hasta ahora no es ninguna obra maestra, pero son producciones bastante decentes. Mejores o peores suelen tener algo rescatable. The Coma era visualmente llamativa aunque el guión flojease y Sputnik aportaba un giro inteligente y perturbador a la idea de Alien.
Un acontecimiento misterioso hace que casi toda la población de la Tierra muera. Sólo quedan unas pocas personas en una zona de Rusia. Las avanzadas que se han enviado a investigar más allá de ese perímetro no han vuelto.
The Blackout se alarga en su segunda mitad con operaciones bélicas y, ciertamente, unos cuantos tiros sí se podrían haber ahorrado. Sin embargo su primera hora plantea bastante bien los inicios de una invasión alienígena, tratando de evitar los clichés. Como digo, su segundo tramo es más convencional pero, incluso aunque haya demasiada acción, está bastante bien rodada, con algunas escenas poderosas.
Se echa en falta un poco más de profundidad en los personajes, tal vez porque hay muchos y van a apareciendo nuevos protagonistas cuando crees que ya todos están presentados. Lo que pasa en esa azotea, al final, resulta un poco confuso, precisamente porque no entendemos muy bien a los personajes.
Su aspecto visual es bueno. Quizá demasiado. Es tan perfecto en ocasiones que se nota la pureza sin errores de lo digital. Los errores, la suciedad, la imperfección, son buenos elementos en el cine.
La escena final sí me gusta. Tiene su cosa porque la invasión alienígena no se va a producir del modo esperado por ninguno de los bandos.

9/6/20

La nueva vida de Britt-Marie


-Día a día, Britt-Marie. Día a día.
Britt-Marie tiene 63 años y un día descubre que su marido tiene una aventura. Empieza una nueva vida y busca un trabajo. Lo único que encuentra es ser entrenadora de un equipo de fútbol infantil. Cosa de la que no tiene ni idea. Ni de fútbol ni de niños.
Esta historia la hemos visto mil veces, pero no contada por suecos. La hemos visto con esa alternancia de comedia y drama, con esquemas muy marcados. Pero no la habíamos visto desde una óptica tan intimista.
Es una película bastante triste, fabricada con un montón de sueños de rotos. Los de Britt-Marie, los de los seres queridos de su pasado, los de su casera… Es el drama de Britt-Marie, su bofetón con la realidad. El fútbol es una mera excusa para ahondar en el sentimiento de pérdida.
Hay algo así como un deseo de esperanza, pero me deja la sensación de enorme vaguedad. Una esperanza sin fundamento, más bien una fantasía que se romperá. Es sencilla y busca un tono amable pero también tiene mucho de melancólica. Es también más superficial de lo que le gustaría.
No sé si es deliberado pero se ve más alegría en los inmigrantes que en los autóctonos. Más bromistas, abiertos y expansivos pese a que lleven a las espaldas sus propios dramas.

8/6/20

Baghdad Central. Temporada 1


Bagdad, noviembre de 2003.  En Iraq las tropas americanas están al mando. Sawsan, hija de Muhsin, desaparece. Y Mushin, que es inspector de policía, empieza a investigar.
Sólida, capaz de enfocar las cosas de otra manera. Una de esas series británicas que con sólo seis capítulos logra meterse en un ambiente y circunstancias que no solemos ver. En algunos aspectos es bastante original.
El Iraq fundamentalista, el Iraq que quiere ser secular y libre, la resistencia, las mujeres universitarias, americanos, británicos, mercenarios privados, terroristas, mafiosetes de barrio… Espías, secretos y borrados de expedientes. Interacciones que provocan caos, drama y, a veces, escenas bastante fuertes.
Me encantó el pura sangre. Una sencilla escena simbólica para expresar la insensatez de los americanos que no comprenden la cultura en que se encuentran, que son como un elefante en una cacharrería. Y los británicos, que han tenido un imperio, sí lo comprenden y saben que nadie conoce el país como los polis locales. Los americanos aprenden, los británicos manipulan mejor.
No pretendo compararla con El tercer hombre, pero sí tiene algo de ese aire de ciudad ocupada en manos de nadie donde hay que andarse con pies de plomo y no hay ley real alguna. Te buscas la vida.
Personajes bien construidos y buenas interpretaciones, especialmente el protagonista (Waleed Zuaiter) con sus inesperados arranques de humor irónico.
Una serie muy competente.

7/6/20

No dejes rastro


Debra Granik suele hacer películas durillas. Si viste Winter’s Bone entenderás a qué me refiero. No dejes rastro se encuentra en ese universo de la América profunda con chicas adolescentes fuertes.
Un padre y su hija viven en los bosques, alimentándose de lo que cazan. Rara vez bajan a la ciudad. Pero un día la policía da con ellos y tratan de civilizarlos.
Granik pudo en Winter’s Bone buscar otros derroteros explicativos sobre el mundo de las drogas en los pueblos perdidos de Estados Unidos. Aquí pudo ser también discursiva acerca de la civilización, la cultura, la educación. Pero no es eso lo que busca. Es esa relación entre padre e hija, un drama que apenas se enuncia verbalmente pero que expresa en gestos y acciones los sentimientos de ambos. Amor, desinterés, búsqueda de lo mejor para el otro… y la necesidad de que cada uno encuentre su camino.
Sabemos que el padre perdió a su esposa y estuvo en la guerra. Podemos especular a partir de ahí, pero nada más. Es interesante la hija, descubriendo su camino en el mundo, la tensión entre lo quiere, lo que debe, lo que busca. Thomasin McKenzie (la chica judía de Jojo Rabbit) está espléndida en su interpretación.
No es una peli adecuada si buscas algo alegre pero es un buen drama, sobrio, lleno de sensibilidad.

5/6/20

Al margen (387)


1. Variety fue la primera en informar de que Cush Jumbo no estaría en la quinta temporada de The Good Fight. Hay noticias tan tremendas que no deberían darse. Adiós Maia, adiós Adrian y adiós Lucca. Esto ya no será lo mismo.
2. Killers of the Flower Moon. Será lo próximo de Scorsese con Robert De Niro y, sí, Leonardo Di Caprio. Se alían Paramount y Apple con 200 millones de presupuesto. Y contará uno de esos genocidios de Estados Unidos de los que no suelen hablar, el de la tribu india Osage, asentada sobre un terreno con petróleo. Oklahoma, años 20.
3. Agents of Shield regresó. Y yo he vuelto a ellos. En el primer capítulo, 1931, usan esa clase de imagen azulada y grisácea para mostrar que estamos en el pasado, ese recurso tan habitual. Y los personajes aprovechan para ironizar sobre ello: Sabía que no era realmente en blanco y negro pero el pasado sigue siendo la leche. Y hasta avisan de cuándo va a haber una referencia a algo de la época.