-La
pena de los demás es ligera de llevar.
En
un pequeño pueblo de Francia un tal Gourvec tuvo la idea de recoger los
manuscritos rechazados por las editoriales y hacer con ellos una biblioteca.
Daphne Despero, editora, encuentra allí una novela maravillosamente escrita por
el fallecido Henri Pick, pizzero. Y decide editarla.
Y
comienza el misterio sobre Henri Pick. Un humilde pizzero al que nunca vieron
leer y mucho menos escribir.
Interesante.
Es una investigación casi policial. Sin crimen, sin delito, pero una búsqueda
de la verdad acerca de un libro. Simpática a su modo francés con su humor
francés y su intelectualidad francesa. Un ejemplo: el modo en que la mujer de
Michel Rouche decide divorciarse de él.
Como
en muchas otras ocasiones está presente el choque entre el parisino pedante y
la gente sencilla de provincias. No busca la comedia desatada, pero sí una
mirada divertida a las perspectivas del cinismo y la naturalidad.
Mi
escena preferida: el club de lectura de Crozon y sus dudas sobre cierto aspecto
criminal. También me encanta esa crítica, unas veces más explícita que otras, a
la pedantería.
Me
gusta mucho cómo presenta a los personajes. Los que parecen protagonistas
iniciales quedan relegados a secundarios y dos de los secundarios acaban por
ser protagonistas.
Muy
bien cerrado todo con esa escena poco después de empezar los créditos.
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