Mirándolo
desde un punto de vista externo al film, está claro que Woody Allen
sigue haciendo lo de siempre, lo que le da la gana. Pese a que un tribunal le
absuelve hay un boicot contra su peli. Una peli que habla (él a lo suyo)
precisamente de eso, de lo que otros no quieren, no saben o no pueden ver: que
la naturaleza humana es así. Así de imperfecta, absurda, voluble. Débil.
La
peli en sí, que es lo que interesa. Me ha parecido muy bonita a nivel estético
con una dirección de fotografía y unos planos de gran belleza. Elle Fanning
y Jude Law hablando en el coche mientras la lluvia cae sobre el
parabrisas, Elle Fanning volviéndose en la carreta mostrándonos
cabellera y sombrero, esos interiores de luz contrastada… Hay decenas de
momentos exquisitos. No es una peli de acción y espectáculo pero es digna de
verse en pantalla grande.
Luego
están los diálogos. En un momento cinematográfico que no se esfuerza en
trabajar los guiones, agradezco que alguien aún entienda el sabor del buen
lenguaje, que siga demostrando que la riqueza de vocabulario es capaz de
expresar mucho más que un fuck o un shit (aunque excepcionalmente puedan ser
apropiados). Plétora de plutócratas pijos.
Luego
la dirección de actores. Fabulosos todos. Hasta Selena Gomez parece una
actriz en manos de Woody Allen. Y Elle Fanning… En fin. Esta
chica es un portento. Le piden que haga de rubia tonta sin serlo, que añada
inteligencia e ingenuidad y que sume aspavientos de achispada y que le añada
hipo y nerviosismo y entusiasmo y sorpresa e inconsciencia… Y ella va y lo ejecuta como si fuese
fácil. Lo que hace en ese encuentro con Francisco Vega (Diego Luna)…
Luego
la estructura. Chico y chica, toman dos caminos y cada uno de ellos va
desarrollando diferentes encuentros con personajes que van y vienen y se
reencuentran y se separan. Una galería del desconcierto vital.
No
sé. Igual es que llevaba mucho tiempo sin ver algo de Woody Allen pero
me ha encantado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario