13/11/18

Patriot. Temporada 2


-Es bueno que tengamos grietas. Eso permite que entre la luz.
Mucho menos compleja que la primera temporada. Ya conocemos a casi todos los personajes y la historia prosigue la búsqueda del dinero. Es un tono menos loco, más reposado e intimista. Me recordó, muchas veces, a las películas de Hal Hartley, su trilogía sobre Henry Fool.
A John le siguen pasando cosas increíbles. En su tarea de espionaje (más filial que patriótica) está cada vez más herido. Física y emocionalmente. La historia se centra en él y se nota que empiezan a sobrar personajes. Los líos están peor imbricados. El departamento de Faldas y Medias (Homicidios de Luxemburgo) ha quedado muy relegado. Ni siquiera Agathe tiene un desarrollo a la altura, aunque es muy interesante la relación con su hija secuestrada. Como meter un caballo de Troya al enemigo.
Pese a esos defectos me parece una gran serie. La larga escena del robo de la pistola es una delicia visual y de guión. Y las consecuencias tan desastrosas como divertidas. Y, a la postre, con un final inesperado en el último capítulo.
Patriot necesita soltar lastre para una posible tercera temporada. Cortar con esa multitud de personajes y arriesgarse con otros nuevos por muy encantadores o extraños que sean los actuales.
Me gusta mucho el sufrimiento de John, su aire ausente, su tontorrona obsesión por el cumplimiento del deber, su demente devoción filial, su conciencia destrozada por los asesinatos que realiza y las consecuencias de sus actos, siempre triste, haciendo lo que no quiere hacer. Un personaje de una enorme riqueza. Alice me da muchísima pena. Qué matrimonio tan extraño.
Atento a los Pajes. Me río cada vez que lo pienso.

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