La
segunda temporada me gustó bastante menos que la primera. En realidad no me gustó. En parte es un
problema personal, en parte hay motivos objetivos.
Ocurre
años antes de la primera temporada, cuando nuestro psicópata decide eliminar a
todo un bus de turistas. Y ese es el problema: nuestro psicópata. Ya le
conocemos, sabemos cómo funciona su psique retorcida, por qué hace lo que hace.
Volver con el mismo malo me agota.
Por
otro lado, la primera temporada necesitaba sólo 10 minutos para poner todo en
marcha. La segunda necesita todo un capítulo. Siendo 6 capítulos resulta
excesivo.
Además,
obviamente, la dinámica queda muy reducida: bus, campamento, gente que va
muriendo. No hay muchas posibilidades. Los encuentros con gente del desierto
australiano son mucho menos interesantes.
En
fin, que si la primera me gustó porque tiene cierto aroma a Fargo (aunque lejano), esta me
aburrió porque me recordaba demasiado a las pelis originales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario