23/9/18

The Rider


La directora, Chloé Zhao, se presentó en la casa del hombre que le enseñó a montar a caballo. Y decidió hacer esta película que es en parte documental y, en parte, ficción.
El retrato de las gentes de eso que llaman la América profunda es bien distinto al habitual que vemos. La película destaca, sobre todo, por la enorme calidad humana de los personajes que muestra. Gente que vive en un espacio inhóspito, muy olvidados del gobierno pero que, en vez de lamentarse, valora lo poco que tienen. Porque ese poco que tienen no es lo que les define. No las cosas, sino ellos mismos, sus familias, la gente de su entorno.
Es una película enormemente humana, lírica, poética. Y dramática, dura. Porque es la vida. Gente que conoce el sentido de la vida, del dolor, de las contradicciones. Gente que derrocha amor, gratuidad. Todo mostrado con una sencillez y una economía de medios muy acordes con el tono espartano de lo que muestra. Las grandes praderas, las labores cotidianas del campo…
Es un western contemporáneo y atemporal, esencial y emocional. Podríamos decir que es neorrealista y, sin duda, preferiblemente para cinéfilos. Pero el hecho de que sea una peli lenta, calmada, no significa que sea aburrida o que su ritmo no sea el adecuado.
Hay tanta autenticidad ahí detrás que mascas el polvo.

No hay comentarios: