Muy
poquita cosa.
Dinero
mucho, es verdad. Se ve que han gastado mucha pasta en la producción de la
serie. Pero es de lo más convencional que te puedas imaginar. El otro día comenté
que, este año, Counterpart y Killing Eve habían sido lo mejor en
series de espías y que Condor
se quedaba por debajo. Pues Jack Ryan
está mucho más abajo todavía.
Es
la típica trama de terrorismo islámico en la que los Estados Unidos ganan, los
franceses mueren a montones, el resto de países son unos subdesarrollados, el
fin justifica los medios y, por tanto, los daños colaterales no importan. Nada
se sale de los clichés.
Previsible
de principio a fin. Que, tal vez, es lo que mucha gente quiere: sentarse ante
una pantalla y poner el piloto automático. Sólo que a mí no me vale. La terminé porque son 8 capítulos. Con 12 o 13 la habría dejado.
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