Shaun,
con su hija y su hijo, llega a la casa de su padre, que ha muerto, para
venderla. Una vez allí descubren que la casa tiene unos sistemas de seguridad
imponentes: cristales blindados, cámaras por todas partes, detectores de moviento
e incluso un dron.
Y,
cuando llega la noche, cuatro tipos asaltan la casa. Shaun tendrá que
enfrentarse a ellos para salvar a sus hijos. Pero ella está fuera y sus hijos
dentro.
Es
una película muy típica de James McTeigue. No pierde el tiempo para
entrar en acción. Los diálogos son malísimos y los agujeros de guión enormes.
Pero supongo que a nadie le importa.
Se
trata de la típica trama de suspense con unos pocos escenarios. La mamá tendrá
que ponerse en modo rescatadora y confirmar, una vez más, que una madre hace
cualquier cosa por sus hijos. Que los criminales no estén muy avenidos ayuda un
poco.
Me
hizo gracia cómo unas veces van quedando unos fuera y otros dentro.
Entretenida,
pero sin pasarse.
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