Nick
Sax es un ex poli reconvertido en asesino a sueldo. Un día comienza a ver un unicornio
azul con cuerno rosa que dice llamarse Happy y ser el amigo invisible de una
niña secuestrada.
Pues
aunque esté por ahí ese unicornio azul con cuerno rosa, ese dibujito animado,
la peli no es para niños. No.
Happy! es lo más bestia, lo más macarra, lo más animal, lo
más bruto, cafre, violento, descerebrado y salvaje que se ha emitido en los
últimos meses. Torturas, asesinatos, palizas, sangre. Mucha sangre. Tráfico de
niños, mafiosos, psicópatas, tarados… y amigos invisibles.
Todas
esas escenas tan burras se supone que tienes que tomártelas a broma porque,
claro, hay un unicornio de dibujos animados por ahí. Pero no creo que ese juego
acabe de funcionar del todo porque no es, realmente, lo bastante graciosa.
Quiero decir que tener a un unicornio puede ser gracioso al principio, pero la
violencia que presenta no lo es. Y a medida que te acostumbras al unicornio va
teniendo menos gracia.
Así
que, al principio, me interesó, me llamó la atención, me intrigó dónde iba a
parar todo eso. Después me interesó cada vez menos porque Happy tampoco tiene
mucho que aportar y lo que queda es la violencia que, oye, por muy burra que
sea, ya la hemos visto muchas veces. No son muchos capítulos pero aún así le cuesta mantener el ritmo y está claro que sobran algunos de ellos.
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