Strike
fue el protagonista de 3 novelas policiacas escritas por Robert Galbraith.
Después se supo que era el pseudónimo de J.K. Rowling. La serie adapta
una novela, en 3 capítulos, en la primera temporada, una novela en 2 capítulos
en la segunda y lo mismo en la tercera.
Cormoran
(Blue) Strike y su ayudante-socia, Robin (Venetia) Ellacott, son lo más
interesante de las tramas. Cosa que me parece bien. Después de miles de casos
policiacos que hemos visto, nadie se va a sorprender al ver que el asesino es
el menos sospechoso.
Rowling crea dos buenos
personajes principales. Un detective cojo que dejó su pierna en Afganistán, su
secretaria que llega de rebote al lugar que siempre quiso pero que aparcó.
Descubrir poco a poco sus vidas y pasado es más interesante que los asesinatos.
Y
los secundarios también tienen carisma. Son gente normal, con rarezas de gente
normal y traumas de gente normal. Lo más raro es el pasado de la madre de
Strike y tal vez lo más débil de todo. El conjunto no descubre nada nuevo, no
rompe moldes, pero fluye con facilidad.
Y,
al acabar, nos seguimos haciendo la pregunta que nos hacíamos al principio y la
más importante de todas: si lograrán mantener el negocio a flote. La dinámica
entre ambos me gustó, realmente, mucho.
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