23/4/18

Wild Wild Country. Temporada 1


Antelope, Oregón. 40 habitantes.
Y, de pronto, el gurú de una secta india, compra 32.000 hectáreas y se instala allí con 10.000 seguidores absolutamente trastornados. El líder: Osho. La que de verdad manda: Sheela. Y empieza una locura que, si fuese ficción, la rechazarías por absurda, exagerada, desmadrada, incoherente. Pero fue real. 300 horas de grabaciones expurgadas para dar forma a este documental tan desquiciado que casi es traumático.
-El lugar se convirtió en un imán para gente loca.
A veces es muy, muy bestia. En serio: si eres de esos que cree en la bondad natural humana ni se te ocurra acercarte. Lo peor es que, todos los entrevistados pertenecientes a la secta, eran gente con vidas destrozadas a quien cualquier consuelo les valdría. Y ahí estaba Sheela: la mujer que conseguía lo que quería pasando por encima de todo.
El primer capítulo es una presentación relativamente cuerda. Luego, cada capítulo que pasa, es una insensatez mayor, un grado psicótico cada vez más brutal.
En fin, todo muy salvaje, muy demente. De esas cosas que no las crees si no las ves. Aunque tampoco es que lo recomiende, claro. Es muy difícil entender qué clase de perversa manipulación conduce a tanta gente a convertirse en unos pobrecicos descerebrados.
No sé si me voy a recuperar de ésta.
Me cayó genial John Silvertooth, el alcalde, la cara amable de este documental. Majísimo.

No hay comentarios: