No
pensaba ver esta serie. Ni empezar. Volver a contarnos la misma historia de Todo el dinero del mundo me parecía
innecesario. Además, ahí tengo pendientes una peli de animación irlandesa, una
japonesa, una peli húngara de superhéroe con toque social estilo Thelma que me interesa para
comparar, la mitad de la segunda temporada de Una serie de catastróficas desdichas y los 8 capítulos de Hidden además de lo que estoy
siguiendo de modo habitual. Y están a la vuelta de la esquina la segunda de Legion y la primera de Perdidos en el espacio. Así que no
había tiempo para Trust. Pero
tras los elogios al piloto, tras oír de ese plano secuencia de Danny Boyle,
tuve que echar un vistazo.
Primera
cuestión: ¿todavía me pregunta alguien porque considero que Ridley Scott
ya no es un buen director? Basta comparar lo que hace Scott y lo que
hace Boyle. La rutina del primero y la energía del segundo. Al menos,
los deseos de hacer algo vistoso, no de apoltronarse a que le caiga el dinero.
Segunda
cuestión: el dinero. De nuevo ese tema que surge tanto ahora. ¿En qué diantres
se va el dinero de tantas producciones cinematográficas? Esta es una serie cara y se nota que hay pasta detrás. Pero esa pasta se nota en su traducción a la pantalla.
Tercera
cuestión: me ha gustado muchísimo pero no creo que siga con ella. No tengo
tiempo. Si Scott no me hubiese destrozado esta historia, ahora estaría
con Trust y dejaría otra serie.
Lo siento Danny Boyle.
Y
con Donald Sutherland, Brendan Fraser y Hilary Swank. Ay.
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