Hay
tantas cosas buenas como malas en esta película de Spielberg y, a
menudo, mezcladas. Por ejemplo: es una peli recargada, abigarrada, saturada con
tropecientos personajes por segundo en cada plano, un ejercicio digital innecesariamente
complejo. Pero cualquier otro director se habría ahorcado con los encuadres, la
planificación, el montaje… y para Spielberg parece facilísimo.
Me
encanta, claro, tanta referencia ochentera (Regreso al futuro, je). Fue su momento como director supremo y
mi momento como adolescente. Pero eso no tiene porqué gustar a todo el mundo.
Las
escenas de acción son espectaculares, muchas de ellas bastante originales en su
concepción. Pero también es cierto que se alargan demasiado (dos horas y cuarto innecesarias) con el clásico error de las pelis de superhéroes.
Hay,
sin embargo, un fallo muy grave, injustificable y que no suele cometer Spielberg
(pero aquí sí): los personajes. Sin fondo, sin alma, totalmente planos,
simplones. No interesan, te dan igual. Eso deja en evidencia que es una peli
que busca el entretenimiento momentáneo, la evasión. Como no hay profundidad
alguna, no será una historia duradera.
Pero
si lo que quieres es un rato de diversión donde puede pasar cualquier cosa,
esta es la peli que buscabas.
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