3/3/18

Gorrión rojo


Estados Unidos es (de momento) un país libre y, por supuesto, Jennifer Lawrence puede escoger el papel que prefiera. Pero si hay una actriz, ahora mismo, que puede elegir lo que le dé la gana, es ella. Así que un día tiene que explicarnos por qué sus últimas películas han sido Gorrión rojo, madre!, Passengers, X-Men: Apocalipsis y Joy.
He visto pelis malas de espías: porque mezclan mal los géneros, por su ritmo, por su montaje, por carencia de medios, porque se les va la olla. Pero jamás he visto una trama tan estúpida (y eso que todos recordamos la pata de conejo de Mision Imposible 3). Primer punto idiota: un americano se encuentra con otro tipo en Rusia y, por tanto, el otro tiene que ser un topo. Segundo punto idiota: no me fío de ti, así que te voy a convertir en espía. ¿Qué clase de lógica es esa?
Pues la peli gira alrededor de estas dos bobadas sin que le veas ni pies ni cabeza a toda la evolución. Por cierto: el tío Vanya debe ser un guarro porque no limpia los vasos de los invitados jamás.
Y las interpretaciones. La única interesante, pese a sus pocos minutos, fue Mary-Louise Parker. Parece que es la única que sabe lo que es actuar: construir un personaje, darle una psicología. Los demás son todos iguales, como si llevaran una escoba metida por mal sitio. Psicologías idénticas, totalmente intercambiables.
Y 141 minutos, oye. Los primeros 40 minutos sobran por completo (el ballet y demás) y la academia de espías casi por entero (no tiene apenas repercusión alguna en lo que está por venir).  Hora y diez habría estado más justificada.

No hay comentarios: