26/2/18

Todo el dinero del mundo

Todo el dinero del mundo no basta para resarcir a los espectadores de este despropósito. De los muchos millones de formas que existen para dirigir una peli de secuestros, Ridley Scott escoge la más aburrida de todas. No hay en esta película ni tensión ni ritmo ni drama… No es que el espectador quede al margen, que le dé igual lo que pase, es que parece que tampoco le importaba a Ridley Scott.
Otro de esos timos con los que el director se despacha de vez en cuando, usando su nombre para recaudar, pero no su cerebro para crear algo decente. Y otra de sus películas en las que te preguntas en qué se ha ido el presupuesto.
Un montaje desangelado, subtramas innecesarias, voz en off sin razón de ser… El secuestro de Paul Getty, el nieto del hombre más rico del mundo, pudo dar mucho juego. No sé si la salida de Kevin Spacey y la re-filmación con Christopher Plummer, provocó este caos de escenas fragmentarias en las que ninguna llega al fondo de nada. Ni profundiza en la avaricia de Getty abuelo ni asume decentemente la tarea de mostrar las investigaciones para el rescate.
Y que al final pretenda ponerse en plan Orson Wells en Ciudadano Kane es para quitarle la licencia de director. Bueno. Son ya 80 años. Si a estas alturas no se ha dado cuenta de que debería haberse retirado, supongo que aún tendremos que sufrirle otro poco más.
Michelle Williams muy bien, como siempre. Es lo único rescatable de la peli. Las dos horas y diez pesan como una losa.

1 comentario:

JAG dijo...

Demasiado metraje para tan poco entretenimiento