La
historia comienza con la invención del fútbol, allá en la prehistoria, cerca de
un lugar que luego sería Manchester. Y, aunque va de fútbol y hay mucho fútbol
y a mí no me gusta el fútbol, me lo he pasado en grande.
El
planteamiento es original, el desarrollo no tanto. Pero no importa porque,
cuando entra en la fase más convencional, lo hace llenando la pantalla de
guiños y referencias a otras películas (propias y ajenas) y con un ritmo
impecable.
Un
gran defecto de las pelis con gags es que acaban por agotar casi siempre. Pero
estos cavernícolas logran esquivar ese problema con una integración magnífica
de las tonterías dentro de la historia general que viene a ser Evasión o victoria, pero en plan
divertido de verdad.
Atentos
al baño de Lord Nooth. Y al doblaje de Mario Vaquerizo, claro.
No
es un peliculón pero es un entretenimiento muy eficaz.
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