Ebbing,
un pequeño pueblo de Misuri. La hija de Mildred fue secuestrada, violada y
asesinada. Ante la indolencia del sheriff, Mildred alquila tres vallas
publicitarias sin uso desde 1986. Y pone tres carteles que fuerzan al sheriff a
moverse.
McDonagh hace películas que
casi están a punto de ser muy buenas. Pero no acaba de redondear. Tres cosas me
chirrían en esta. La primera es la escena del sacerdote. Una diatriba. Después
el personaje desaparece y no tiene ninguna relevancia en la historia. La
segunda es la del nuevo sheriff. Muy parecida a la del sacerdote. Presentación
casi épica y luego apenas tiene importancia. La tercera es el personaje de Sam
Rockwell. Nadie se convierte de palurdo en listillo en un tiempo tan breve.
Por
lo demás es un guión astuto, imprevisible, con unas interpretaciones magníficas
(Frances McDormand y Woody Harrelson están enormes), una buena
banda sonora y riesgos notables.
Tremenda.
Parece que a veces va un poco de chiste. Pero a medida que el caos se desata
hay escenas bastante fuertes, de violencia inesperada, abrumadora.
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