El
cómic: unos adolescentes descubren que sus padres son criminales y se pasarán
el resto de su vida huyendo. Tener superpoderes les ayuda.
La
serie: unos adolescentes descubren que sus padres son criminales y se pasan la
temporada debatiendo si huir o no. Tener superpoderes parece que les vuelve
bobos.
Reconozco
que me pesa el cómic porque es verdaderamente bueno. Sobre todo el primer arco
argumental y también sus encuentros con los X-Men, Lobezno…
Pero eso no justifica su bucle capítulo tras capítulo. Y esos flashback de los padres. ¿Le importan a
alguien? Y esas relaciones padres-hijos, ¿pueden ser más cliché? Tu padre me ha
engañado, se va de casa. Al siguiente capítulo le damos otra oportunidad.
Se
veía venir. Ya señalé que, no hacer de Molly una niña de 11 años, significaba
poco interés en adaptar fielmente el cómic.
Si
no leíste el cómic supongo que es posible que te guste por el enfoque narrativo
novedoso sobre los superhéroes. Pero si lo leíste te parecerá que cada buena
idea ha sido destruida. Una gran decepción.
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