Esta
es una producción de HBO en Argentina. Como en otras ocasiones, hay que hacer
un poco de oído para adaptarse al acento, pero merece la pena el esfuerzo
porque la serie está muy lograda.
Moira,
de 4 años, desaparece junto a su niñera de 23. El padre, Fabián, convertirá en
una obsesión la búsqueda de su hija. Su viaje llevará desde la corrupción
policial y política en Buenos Aires hasta parajes tan selváticos, siniestros,
endogámicos e hipnóticos como Pórtico, un lugar de mal, donde el tiempo a veces
pasa rápido y, otras, no pasa.
Muy
buenos personajes. A destacar el detective privado más original que he visto en
una pantalla. Sin topicazos. Mediana edad, gordito, con gafas, pinta de
absoluto incompetente. Pero sabe cómo seguir una pista y no soltarla.
La
trama está hilvanada a la perfección. Todo encaja. Todo se entiende desde el
final. Una historia bien escrita e interpretada, con fuerza, con un suspense
continuo, sin apenas rellenos. Adictiva. 8 capítulos.
Y
te lo dice uno que suele detestar las historias de secuestros de niños por su
sentimentalismo manipulador. Pero esto es otra cosa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario