-No,
no. No estamos en una profecía. Estamos en un Toyota Corolla robado.
Un
consejo: o entras desde el primer segundo o abandona cuanto antes.
La
actualidad. Las ciudades están llenas de humanos, claro. Y también de orcos,
elfos, hadas (son un incordio, mátalas cuanto antes), algún dragón dándose un
paseo sobre los rascacielos… Hay rumores de que el Señor Oscuro va a volver. Pareja
de polis: Will Smith y un orco llamado Nick. No está bien visto que un
orco sea poli. Política de diversidad, ya sabes. Un día detienen a una elfa
Bright muy asustada.
La
cuestión, al menos para mí, era ver hasta dónde podía David Ayer estirar
la chorrada. Y la sostiene bastante bien, la verdad. Esa mezcla de magia y
estilo realista, sucio, brutal y descarnado de Ayer se combinan de forma
eficaz contra todo pronóstico. Polis corruptos, escenas crudas, crímenes con
mucha sangre y magia, obviamente. Me han chirriado algunos golpes de humor.
En
el fondo es una buddy movie como otras muchas. Arma letal con orcos y elfos. Entretenida y resultona. Nada del
otro mundo. Netflix parece contenta consigo misma y la va a convertir en la
primera saga de su historia. Ya están rodando la segunda parte. Esa mitología
absurda puede tener potencial, pero dudo que sepan encontrárselo si la tónica
es como la presente película.
Will Smith vuelve a demostrar que
le gusta Shrek:
-Así
que Shrek, mueve el trasero, sube al coche y vuelve a casa con Fiona.
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