Creo,
muy sinceramente, que es la mejor película de Coixet. Sospecho que nunca
acabaré de congeniar con ella, con ese poso de rara tristeza y esperanza
desvaída. Esta película, como las demás, lo tiene. Pero a diferencia de las anteriores
no se sustenta sobre una acumulación de dramones, de tragedias continuas, de insoportables
situaciones límite. Y gracias a eso tiene múltiples lecturas porque esa librería
y esos libros pueden significar muchas cosas.
Hay
una escena que me fascinó. Esa conversación en la playa entre Emily Mortimer
y Bill Nighy. Ese momento en que ella le da la mano… Impresionante.
Me
chirriaba la voz en off inicial, pero
por suerte desaparece para presentarse de nuevo al final. Con bastante lógica.
Farenheit 451, Lolita, El vino del estío, Huracán
en Jamaica. Ay, qué tarde llega El
vino del estío.
Excepto
la arpía sin matices de Patricia Clarkson, lo demás me parece muy bien
llevado, muy depurado, muy consciente de lo esencial.
-Es
usted muy buena, señorita Green. Demasiado buena, puñeta.
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